La Secretaría del Bienestar persigue penalmente a quienes continúen cobrando la pensión del programa 65 y más de personas que ya hayan fallecido, señaló Judith Díaz, delegada estatal de Programas para el Desarrollo en Nuevo León.
“Desafortunadamente sí encontramos (casos). No tengo el número, pero sí nos encontramos con personas que ya están fallecidas y alguno de los hijos o algún familiar del beneficiario se quedó con la tarjeta y siguió cobrando”, expresó Díaz.
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El tema, señaló, es que las personas (fallecidas) no fueron incorporadas por la Secretaría del Bienestar.
“No tenemos el CURP, ahora por eso se los pedimos porque este tiene una liga con Renapo e inmediatamente nos damos cuenta cuando la persona fallece para que no haya, precisamente, una pérdida de recursos por este motivo”.
Díaz indicó que quienes cobraron la pensión lo hicieron hasta que se pudo.
“Hubo gente que lo hizo durante un año, hubo gente que cobró medio año o hasta el vencimiento del plástico”, expresó Díaz. “O hasta ahora que estamos haciendo los cambios y los hemos detectado”.
La delegada expresó que la secretaría a su cargo tiene que levantar un acta e ir a presentar todos los casos a la Procuraduría.
Indicó que no son demasiados casos, pero sí un número destacado.
“No tengo el número completo pero sí ha habido casos”.
Díaz insistió en que tienen que levantar un acta y presentarla ante la FGR.
“Si no, vamos a ser los responsables de haber seguido pagando. Tenemos que ir a presentar esa denuncia por obligación”.
El porcentaje de personas que cometió este acto es de menos del 1% del universo total de beneficiarios.
“Sí lo menciono porque ha sucedido, pero no es preocupante. Desafortunadamente la mayoría son personas que actuaron con alevosía”.
El exhorto, destacó la secretaria, es que dejen de hacerlo.
“De todos modos lo vamos a detectar. Nos vamos a dar cuenta”.
Ahora, dijo, se modificó el sistema de entrega de tarjetas el Bienestar.
“Una prueba de supervivencia, muy clara, es que el beneficiario se tiene que tomar su foto, cuando le entregamos la tarjeta, con el plástico”.
Si el beneficiario se encuentra en estado de coma o postrado en cama, añadió Díaz, Bienestar tiene la obligación de llevar la tarjeta a la persona.
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“Lo que nos interesa es que esté vivo. Por eso insistimos: si el beneficiario se encuentra en estado de postración podemos ir a donde esté… en un asilo, en su casa, donde esté”, expresó Díaz.
