La violencia no se detiene en Nuevo León y las víctimas colaterales tampoco, como sucedió la noche del lunes cuando un bebé, de apenas 10 meses, murió a consecuencia de un balacera registrada en la colonia Los encinos de Apodaca.
El pequeño, todavía no identificado, falleció junto con un hombre. Aún no se establece la relación entre ambos, aunque todo hace suponer que eran padre e hijo.
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La autoridad tampoco ha establecido los motivos del crimen ni si ya se logró identificar a los agresores.
Los hechos ocurrieron en la calle Ciprés donde se localizó que hay cámaras de seguridad que pueden ayudar a identificar a los responsables.
No es el primer caso de un niño que es víctima colateral de los hechos violentos.
A principios de este año Britani Herrera García sufrió lesiones de bala cuando estaba con su primo Mario Alvarado en las calles de la colonia Las sabinitas, de Guadalupe.
El jueves 18 de mayo el niño Roberto García, de sólo 14 años, falleció a causa de varios impactos de bala en Apodaca.
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Y un menor de 6 años resultó herido en el abdomen mientras su padre no logró sobrevivir a un ataque armado el 19 de mayo. Ambos estaban dentro de una camioneta en la calle Martín Carrera, de la colonia Hidalgo.