Uno de los aspectos que he trabajado desde hace mucho tiempo, ya sea como parte de la Administración Pública Federal o como legisladora, es el empoderamiento económico de las mujeres, ya que la violencia económica que sufren las paraliza al grado de tener que mantenerse en circunstancias desfavorables al no tener elementos para poder mantener a sus hijas e hijos.
Debemos establecer una base legislativa sólida que permita a las madres mantener un desarrollo en todos los aspectos, por eso es que hemos luchado todo este tiempo desde el Senado de la República para que además de tener la posibilidad de emprender y de lograr una auténtica igualdad salarial, se den las condiciones suficientes para que ese crecimiento no sea en detrimento de sus familias.
Cuando hablamos de ese tipo de circunstancias tienen que ver con una economía del cuidado que debemos recuperar en beneficio de las madres jefas de familia. Se eliminó el Programa de Estancias Infantiles y el Programa de Escuelas de Tiempo completo; ambos con la gran ayuda de atender a sus menores hijos e hijas en circunstancias favorables en cuanto a alimentación y desarrollo educativo, lo que les permitía a las mujeres salir a trabajar con tranquilidad para ganar el sustento diario.
Este tipo de acciones debemos exigirlas a la administración pública y, al mismo tiempo, en el desarrollo del Presupuesto de Egresos debemos tener las previsiones económicas suficientes para que estas acciones se mantengan sin pretexto alguno, máxime que ya eran derechos adquiridos que se borraron de un plumazo y que, con acuerdos y el entendimiento del contexto de las madres trabajadoras, debemos impulsar como una tarea legislativa.
En realidad, el beneficiar a las mujeres es un doble beneficio, ya que está comprobado que cuando una mujer tiene un crecimiento económico, por su formación y equilibrio con su entorno, también esa suficiencia de recursos potencia a familias y comunidades enteras, ya que, históricamente, las mujeres han demostrado con hechos que cuando se les brindan condiciones de igualdad, tienen un desarrollo integral.