Es inoportuno que en Cámara de Diputados se pretenda discutir y aprobar una reforma política electoral para quitarle facultades al Tribunal Electoral, fue lo que escuché decir a Luis Carlos Ugalde, en una entrevista en MVS Radio, y con lo cual coincido totalmente.
Dijo el ex consejero presidente del IFE, y dijo bien, “es inoportuno, porque estamos discutiendo el Plan B que está suspendido, y mientras esto se suspende quieren meter una reforma constitucional en materia electoral. Me parece que es muy inoportuno e indeseable”.
Yo me pregunto: ¿cuál es la urgencia?, ¿por qué tanta prisa?, ¿por qué insisten en no romper el techo de cristal?, ¿por qué temerle a las minorías?, ¿por qué cuando la sociedad civil logra parar una reforma regresiva, otros impulsan una igual?, ¿por qué pensar solo en los intereses de un grupo y no escuchar a los demás?, ¿por qué habríamos de aprobar una reforma que le acomoda a unos, pero deja en desventaja a otros?
Ugalde dice: “atarle las manos al Tribunal para que no pueda decidir en vida interna de los partidos, yo creo, que si tiene riesgo de que los partidos se vuelvan impunes y no puedan ser sometidos a un escrutinio de fondo. No es el momento, es inoportuno y genera demasiada confusión”.
Hago mías las palabras de Luis Carlos Ugalde, creo firmemente lo mismo. No podemos pedirle a la ciudadanía que salga a la calles a defender la democracia, cuando desde los partidos estamos limitando la democracia y la participación. No podemos defender al árbitro electoral y amarrarle las manos al que imparte justicia.
En estos tiempos los Club de Tobi ya son mal vistos, sobre todo cuando con bombo y platillos todos los partidos se han congratulado de que hoy en el Congreso exista la llamada Legislatura de Paridad.
Es una reforma que retrocede los derechos políticos electorales a los que todas y todos tenemos derecho, que deja fuera las minorías, a los jóvenes, a los indígenas, a las personas con capacidades diferentes, a las mujeres; se entiende que hace falta una legislación que reglamente las coutas, pero no que limite al Tribunal y censure derechos.
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Años tardamos en tener una Legislatura de Paridad, en ver en tribuna a representes de las comunidades indígenas, con capacidades diferentes, y es por eso que confío enormemente en que quienes representamos a estos grupos de la sociedad rechacemos esta reforma.
Los partidos políticos son de la ciudadanía y para la ciudadanía, no para los grupos de poder y tomas de decisiones, decía Carlos Castillo Peraza: “Acción Nacional, creo yo, tiene que pensarse como partido interclasista al servicio de los más necesitados, de los que más tiempo han esperado, de las víctimas de siempre.
Acción Nacional, estoy convencido, no puede pensarse a sí mismo como instrumento de presión en manos interesadas para defender privilegios”.