Si usted tiene la fortuna de tener a su mami en vida, ofrézcale siempre lo mejor de usted; y si ya trascendió de este mundo, también ofrézcale la mejor versión de usted. Las mamás están directamente conectadas con la energía de la Madre Divina, que es el amor incondicional.
El fuego cósmico es puro Amor de la Madre Divina y cuanto más nos alineamos con el canal del Amor Divino, abrimos nuestra capacidad de tener más partículas cósmicas para nutrirnos en todo sentido. El Padre Divino es sabiduría, y la Madre Divina Cósmica es amor incondicional del corazón.
Uno de los mejores regalos que podemos hacerle a nuestra madre, es aprender a trascender todos aquellos resentimientos, apegos, traumas, creencias, y demás obstáculos y retos que podamos tener con nuestra mamá.
De esta manera, es posible que limpiemos lo que nos impide desarrollar este amor para abrir nuestra conexión con la nutrición de la Madre Divina.
Nadie nació junto con un manual de uso, por lo tanto, no debemos ser tan severos para emitir juicios sobre nuestra madre.
Debemos tener algo fundamental siempre en mente: el regalo más preciado y más grande que hemos recibido y que recibiremos jamás es la vida que nos dio nuestra madre, por lo tanto, si no sentimos una profunda gratitud por la vida, quiere decir que tenemos trabajo qué hacer.
Estar conectados con la Madre Divina nos proporciona un grato sentimiento de estar alimentados todo el tiempo sin importar las pérdidas que tengamos en el camino, pues la conexión con la nutrición divina nos hace sentir que jamás estamos desprovistos.
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En la teoría de las constelaciones familiares el proceso de “tomar a la madre” es sinónimo de tomar a la vida.
Cuando aceptamos a la madre tal cual es, estamos en armonía y en paz con la vida y con todo lo que esta nos ofrece: relaciones, vocación, profesión, recursos, parejas, etc., y, en contraste, al rechazar a la madre, rechazamos inconscientemente a la vida, y se afirma que es justo en donde pueden arraigarse profundamente las adicciones, pues siempre buscaremos con qué llenar el vacío del amor materno.
Todo el trabajo, cuidado y dedicación que las mamás realizan desde el momento de la concepción hasta prácticamente nuestro último aliento, por nuestro bien, es digno de honrarse, aplaudirse y agradecerse.
Tanto para nosotros como para nuestra madre, estén en vida o no, es sumamente liberador que logremos comprender nuestra vinculación y que lleguemos a tomarlas tal y como son, como fueron, como hayan sido, y jamás debemos colocarnos en una posición de superioridad.
Al estar reconciliados con el vínculo materno en automático tomamos la fuerza de la vida, nos volvemos más fuertes en todo sentido.
Tomar y estar reconciliados con nuestra madre, es no sólo necesario, sino conveniente e indispensable.
Este día de las madres, regalemos comprensión, reconciliación, amor, paz y luz a nuestra mamá, y a todo lo que signifique el amor femenino, y habremos así creado uno de los más grandes obsequios para toda la vida en todas partes.
Feliz día de las Divinas Madres.