La madrugada del 10 de septiembre pasado, en Puebla, el estudiante Ernesto Calderón fue golpeado sin piedad y de manera muy cobarde por al menos siete jóvenes más, lo amenazaron con romperle una botella y le dieron tremenda patada en la cabeza que lo dejó inconsciente. Los agresores lograron ampararse y todo parece indicar que salieron de territorio mexicano.
Ana María Serrano era una joven de apenas 18 años de edad que estudiaba medicina, fue asesinada en su propia casa por su exnovio de la misma edad, quien intentó hacer creer que se había tratado de un suicidio.
Un feminicidio más que nos deja literalmente sin palabras y con un millón de preguntas sin respuestas, con un nudo en la garganta y una indignación que no se puede describir.
Estamos hablando de solamente dos casos de violencia juvenil en México, pero hay miles más. Este tipo de violencia se refiere al uso intencional de la fuerza o el poder para amenazar o dañar a otros ya sea física, emocional o sexualmente y se ejerce por jóvenes que tienen entre 10 y 29 años de edad.
Es un problema de salud pública que ha ido en aumento en nuestro país y puede tomar diversas formas como las peleas, amenazas con armas, el acoso y la violencia relacionada con pandillas.
En México, gran parte de la violencia criminal es ejercida o recibida por jóvenes. Cada año hay más de 33 mil delitos en contra de menores de edad, más de 13 mil homicidios y 95 feminicidios.
Alrededor de 66 mil personas entre 18 y 29 años de edad se encuentran en la cárcel y al menos 250 mil están en riesgo de ser reclutadas o utilizadas por grupos delictivos. Además, la principal causa de muerte de personas entre 15 y 35 años de edad son las agresiones y homicidios.
PUBLICIDAD
Prevenir la violencia juvenil es tarea de todos, Estado y sociedad. Para lograrlo es fundamental aumentar las relaciones sanas y estables entre los niños y sus padres o cuidadores, reducir la disponibilidad y el consumo nocivo de alcohol, restringir el acceso a las armas de fuego y armas blancas, fomentar la igualdad de género para prevenir la violencia contra las mujeres, cambiar las normas sociales y culturales que propician la violencia y contar con programas de identificación y atención integral a las víctimas. Debemos estar atentos siempre.
Quiero expresar mis condolencias a los familiares y amigos de Ana María y a los de todos aquellos jóvenes que han perdido la vida a manos de otros muchachos y exigir justicia para que los culpables, en todos los casos, sean castigados. Al tiempo…
DETALLES. Hablando de temas financieros, no hay duda de que el endeudamiento histórico previsto para México en el paquete económico del siguiente año se usará para los fines electorales de morena y para las obras emblemáticas y absurdas de López Obrador. Lo que menos les importa es el país. ¡Qué bueno que ya se van!