Desaparecer los órganos autónomos

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Foto: (Especial)

Desaparecer los órganos autónomos es otro de los despropósitos que a este gobierno se le puede ocurrir. Con esto reafirma su animadversión a la transparencia, la rendición de cuentas, los contrapesos, la vigilancia de los recursos públicos y los derechos humanos.

No sorprende que el inquilino de Palacio Nacional anuncie tal despropósito, nunca, desde que asumió la Presidencia, ha visto a los órganos autónomos como entes que forman parte de nuestra democracia, por el contrario, le parecen y le son incómodos.

Decir que los órganos autónomos “no sirven para nada”, es tanto como decir, que la democracia no sirve. Cada uno de estos organismos surgieron de la ciudadanía y para la ciudadanía.

Tanto el INAI, como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión de Competencia Económica (Cofece) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), son demandas de la sociedad civil organizada, no de los partidos políticos; y su creación responde a que el poder público debe ser más ciudadano y menos político.

Estas instituciones con autonomía presupuestal y de gestión respecto del Ejecutivo y de los poderes económicos, son producto de la necesidad de vigilar el gasto público, así como de evitar los monopolios, entre otras.

Al presidente le molesta la transparencia y aborrece la rendición de cuentas. Él es partidario de la opacidad, de la discrecionalidad, de las adjudicaciones directas, de la impunidad y de tener todo el control, es decir, monopolizar.

Su sueño más grande es que nadie fiscalice los recursos públicos que surgen de los impuestos que pagamos las y los mexicanos. Dinero que no es del presidente ni de ningún gobierno, es del país, de todos nosotros.

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Por eso el INAI es su peor “adversario”, pues gracias al trabajo que realiza este órgano autónomo, es que se nos informó de la estafa y corrupción en Segalmex. Un hecho que ha perseguido al presidente durante su gobierno, y que lo señalará una vez que termine su sexenio.

El presidente dice que son transparentes, pero de ser cierto, habría permitido que su bancada en el Senado y las de sus aliados, nombraran a los nuevos comisionados del INAI.

Por lo pronto, le decimos al presidente que Acción Nacional votará en contra de esta reforma y de cualquier intento que ponga en riego nuestros derechos, libertades y nuestra democracia.

México merece un gobierno demócrata, no uno autoritario, opaco, caprichoso; que piense en el bien común y no en el del presidente, sus cercanos o aliados.

Este tipo de reformas ponen de manifiesto lo que significa apostar por la continuidad. Nada que surja de este régimen abonará a nuestra democracia.

De tal suerte que el nuevo despropósito no alcanzará las dos terceras partes que se requiere para aprobar su reforma, y no porque los partidos se opongan a ella, sino porque la ciudadanía no lo permitirá.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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