Opinión

El amor propio: el principio de todo lo verdadero

Amar(se) a usted mismo no es una moda por más que se escuche por todos lados

Usted ha escuchado hablar muchas veces sobre la importancia del amor propio. Amar(se) a usted mismo no es una moda por más que se escuche por todos lados.

El amor propio es una necesidad fundamental para el bienestar, el desarrollo personal y la conexión con la vida. Desde la psicología, el amor propio implica una relación con uno mismo basada en la comprensión, la compasión y la autoestima.

No se trata únicamente de “gustarse” o de sentirse seguro, sino de cultivar una percepción realista y amable sobre quién es usted, con sus virtudes, sus límites y sus experiencias.

Publicidad

El psicólogo Nathaniel Branden sostenía que el amor propio se compone de dos elementos esenciales: la autoconfianza y el autorrespeto. En otras palabras, usted se ama cuando se siente capaz de afrontar los desafíos de la vida y cuando considera que merece la felicidad.

Desde una dimensión más sutil y profunda del amor propio que quizás usted ha sentido en momentos de silencio, en instantes de claridad espiritual, o en esas pausas donde ha podido mirarse con honestidad y sin juicio.

En este nivel, el amor propio no tiene nada que ver con el ego, con la soberbia ni con actitudes egoístas. De hecho, es todo lo contrario: cuando usted se ama genuinamente, deja de necesitar imponerse, competir o buscar aprobación externa, porque ha encontrado un centro interno de verdad, soberanía y propósito.

Amarse a usted mismo es reconocer la chispa divina que habita en su interior. No es vanidad, es conciencia. No es arrogancia, es presencia. Cuando usted se honra, no se coloca por encima de los demás, sino que comienza a vivir en coherencia con lo que verdaderamente Es. Y desde allí, puede ofrecer su esencia al mundo: su compasión, su creatividad, su alegría, su capacidad de sanar y acompañar.


Este amor es el punto de partida real para cualquier forma de amor verdadero. ¿Cómo puede usted amar a otro sin conocerse a sí mismo? ¿Cómo puede cuidar a los demás si se descuida a sí mismo?

Desde el amor propio brota la autenticidad, y con ella, todo en su vida se vuelve más genuino, más profundo y más libre. Desde la ley de correspondencia, que enseña que “como es adentro, es afuera”, lo que usted sostiene en su interior, eso mismo atraerá a su experiencia, así que, si usted cultiva amor, cuidado y respeto por sí mismo, inevitablemente la vida le devolverá eso multiplicado.

Desde el amor propio, usted comienza a vibrar en sintonía con todo lo bueno, pues desde ese centro de amor, usted puede reconocer que todo tiene sentido y que todo contribuye a su evolución. No es casualidad que las personas que se aman a sí mismas y son auténticas irradien paz y una frecuencia muy bonita. No se trata de suerte, sino de coherencia vibracional.

Amarse no brincarse los momentos de dolor o dificultad, sino no traicionarse, no abandonarse, no maltratarse, en medio de estos. Y eso lo cambia todo. La vida comienza a tratarle como usted se trata. Para cultivar su amor propio es esencial que comprenda que usted es el origen de todo lo que desea. Amarse es un acto de responsabilidad sagrada. Es la raíz de su libertad y el principio de su poder creador.

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último