Desde el inicio de la primavera oaxaqueña, pusimos manos a la obra para iniciar la transformación que nuestro pueblo había esperado durante décadas, postergada por gobiernos irresponsables, que se burlaron de la voluntad de la gente.
Fue en 2022, como diseñamos un proyecto de gobierno inspirado en los principios del movimiento transformador y en las enseñanzas ancestrales de los pueblos originarios de esta tierra.
En este camino, la recaudación en nuestro estado es una evidencia del compromiso del pueblo y de que en Oaxaca ha comenzado una nueva etapa, marcada por la convicción de las oaxaqueñas y oaxaqueños que apuestan por un futuro de esperanza, en donde el bienestar, la justicia y el desarrollo comienza a llegar a todos los rincones del Estado.
Así, con un gobierno honesto y transparente, en el que el pueblo es el principal protagonista, comenzamos a hacer lo que nunca se había hecho para impulsar los programas y acciones para lograr la reparación de la deuda histórica con nuestro pueblo, construir un nuevo pacto social para la convivencia pacífica e impulsar el desarrollo integral de las ocho regiones.
Esto ha sido posible no sólo con buena voluntad, se ha necesitado de una inversión histórica de la que ya hemos hablado en otro momento ¿Pero de dónde ha salido ese dinero? Del esfuerzo de todos, en donde la recaudación y los recursos que invierte el gobierno de nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum, han sido los pilares más importantes.
Explico: este año el estado ha tenido un buen desempeño en las finanzas, logrando un efecto positivo de los Ingresos, y hasta mayo de este año logramos un crecimiento en los ingresos propios del 18.60% respecto a los ingresos de 2024 en el mismo periodo; asimismo las participaciones federales han crecido, lo que presentan un crecimiento de 2.99%, respecto a 2024. Hablamos de ingresos totales de más $44 mil millones de pesos en 5 meses, como consecuencia del compromiso de las y los oaxaqueños.
Pero debo decir que también es gracias a mu equipo que se logra este círculo virtuoso: Primero, el pueblo confía en el gobierno porque hemos tenido un manejo transparente y eficiente de los recursos públicos, orientando el gasto en las personas, especialmente en quienes más necesitan; ese compromiso y esa confianza provocan un aumento la recaudación a partir de una estrategia clara que incentiva el cumplimiento de obligaciones de las y los ciudadanos, como incentivos fiscales, fortalecimiento de medios y puntos de cobro, entre otros; este aumento a su vez, genera un incremento en las participaciones federales, lo que se traduce en mayor inversión pública.
Por eso, hoy Oaxaca vive un momento estelar en el que el pueblo ha tomado el destino en sus manos y trabaja con un objetivo compartido: lograr la transformación de nuestro estado. Lo dijimos desde el primer día: somos un pueblo transformando su historia.