El té de menta es una bebida tradicionalmente conocida por sus propiedades curativas y su frescura, que lo convierten en una opción popular por sus diversos beneficios para la salud. Este té es especialmente eficaz para mejorar la digestión, aliviar dolores de cabeza, tratar problemas menstruales y resfriados, entre otros.
Además, la menta, rica en compuestos activos como el mentol, la mentona y el óxido de piperitona, cuenta con una gran variedad de propiedades que hacen de este té una excelente opción para incorporar en la rutina diaria.
Asimismo, posee una serie de propiedades terapéuticas que incluyen efectos analgésicos, antiinflamatorios, antibacterianos, antivirales, antioxidantes y vasodilatadores. Estas propiedades se deben a los aceites esenciales y polifenoles que se encuentran en la planta de menta, conocidos por tener efectos positivos sobre el cuerpo.
¿Cuáles son las propiedades del té de menta?
- Digestivas: Ayuda a aliviar los cólicos y calambres estomacales, alivia la hinchazón y reduce la acidez.
- Analgésicas: Alivia dolores de cabeza, migrañas y dolores musculares.
- Antiinflamatorias: Reduce la inflamación en el cuerpo, siendo útil para combatir resfriados y problemas menstruales.
- Antibacterianas y antifúngicas: Tiene la capacidad de eliminar bacterias y hongos, lo que puede ser útil para tratar infecciones comunes.
- Estimulantes: Favorece la circulación sanguínea, lo que mejora la oxigenación del cuerpo y el rendimiento físico.
¿Cómo preparar el té de menta?
Hacer té de menta es sencillo y no requiere más que dos ingredientes:
- 1 cucharada de hojas de menta (pueden ser frescas o secas).
- 150 ml de agua.
Modo de preparación:
1. Coloca el agua en una olla y calienta hasta que llegue a su punto de ebullición.
2. Retira del fuego y añade la cucharada de hojas de menta.
3. Cubre la olla o taza y deja reposar la infusión entre 5 y 10 minutos.
4. Colar y servir. Puedes beberlo tal cual o agregar miel para endulzar al gusto.
Este té es ideal para consumir después de las comidas, ayudando a la digestión, o para relajarte antes de dormir, debido a sus efectos calmantes.