Las personas migrantes detenidas por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Puebla consideran que los espacios en donde son recluidos en contra de su voluntad son de alto riesgo de contagio al Covid-19 y “torturantes”, además de que pagan hasta 500 pesos por recibir artículos o comida, señalaron académicos de la universidad Ibero Puebla.
El informe Vidas en contención: privación de la libertad y violaciones a derechos humanos en estaciones migratorias de Puebla y Tlaxcala, 2020-2021, da cuenta del diagnóstico de las visitas que se realizaron entre agosto y septiembre del 2021 a las instalaciones del INM.
De 45 casos (24 en Puebla, 21 en Tlaxcala), al menos a un 60% de las personas detenidas por los los agentes del INM no les mostraron una identificación oficial con fotografía, ni les explicaron el motivo de la revisión o mostraron la orden que autorizaba el operativo.
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En promedio, las personas fueron detenidas por 38 días (el máximo registrado es de 139) en condiciones inadecuadas y sin acceso a asesoría legal pertinente.
Al respecto, el responsable de Asuntos Migratorios del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (Idhie), Guillermo Yrizar Barbosa recalcó la importancia de considerar alternativas a la detención que no priven de la libertad por periodos prolongados, pues preocupa la falta de protocolos para el uso de la fuerza contra migrantes.
En la mayoría de los casos, las detenciones se llevaron a cabo con un uso excesivo de fuerza y malos tratos: golpes, jalones, malas palabras, amenazas, robos y presuntas extorsiones por parte de las autoridades
Detenciones
- Aproximadamente 148 mil 900 eventos de “extranjeros presentados ante la autoridad migratoria” en toda la República mexicana.
- En Puebla ocurrieron tres mil 500 y en Tlaxcala seis mil 900, es decir, mil 300 detenciones al mes.
Cifras del INM
Cabe mencionar que el Ayuntamiento de Puebla puso a disposición el deportivo de Xonaca y José María Morelos y Pavón, para dar alojamiento a los migrantes que estaban de paso en espera del trámite de tarjetas de visitantes por razones humanitarias o para regular su situación migratoria.
Discriminación y racismo, una constante
Entre los casos más preocupantes destacan el de tres personas del Caribe que pasaron más de 80 días esperando refugio en la estación migratoria de Tlaxcala y el de una niña centroamericana de 12 años que llevaba dos meses y seis días detenida en Puebla sin ningún familiar presente.
También, destaca en el informe el caso de una familia nuclear hondureña (dos adultos, y dos hijos menores de siete años) detenida en las inmediaciones de la central de autobuses principal de Puebla (la CAPU), mientras pedía comida.
Llegaron hasta Puebla luego de varios días de caminar, recibir “aventón”, buscar comida en basureros, dormir en el monte y en la calle, y pedir dinero. (…) No sabían dónde estaban. Se encontraban en un estacionamiento del INM en Puebla, con el suelo muy sucio y lleno de basura, hacinado, sin baños ni regaderas y sin entender bien lo que estaba pasando más allá de que la policía y “la migración” les habían detenido por no tener papeles y estar pidiendo dinero en la vía pública”, se lee de los testigos.
Nueve de cada diez personas detenidas en México son del norte de Centroamérica: Guatemala, El Salvador y Honduras.
¿Cómo se (sobre)vive en las Estaciones Migratorias?
Ante la pandemia por Covid-19 que se vivía en México al momento de hacer las visitas de monitoreo, las personas “alojadas” en las Estaciones Migratorias (EEMM) sufrían un potencial riesgo de contagio, pues las instalaciones ofrecían medidas de higiene mínimas: ropa de cama compartida, colchonetas sucias, sobrepoblación, hacinamiento, falta de atención médica, carencia de cubrebocas, escasez de agua, baños y regaderas sucios, kit de limpieza insuficiente o el cobro por ciertos artículos.
Como parte de las entrevistas realizadas, se documentó el caso de un hombre cubano de 39 años quien describió detalladamente cómo era vivir en la estación migratoria de Puebla después de 26 días de alojamiento.
Cobros que las autoridades realizan a las personas detenidas en las instalaciones, por ejemplo:
- Kit de limpieza: 200 pesos
- Kilo de carne: 500 pesos
- Llamada de tres minutos: 100 pesos
- Jabón chico: 50 pesos
- Acceso a sus pastillas o medicamentos (reportado por una persona epiléptica): entre 30 y 40 pesos
- Asesoría jurídica de Castelly mil dólares
- Salida de migrantes detenidos: de 500 a mil dólares por tres personas
Aquí si eres pobre te quedas, solo sales con dinero”, “Como un perro estamos viviendo”, “Todos somos carne y hueso, nosotros nos podemos morir”, “Tres días sin lavarme la boca, sin jabón”, “no hay médicos”, “Pregunté por mis derechos y me respondieron que aquí no hay”, “uno se puede morir aquí y no pasa nada”, son algunos comentarios.
Recomendaciones
- Dar a conocer los derechos y garantías a las personas migrantes en todo momento y garantizar el acceso a un intérprete: en la detención, ingreso o presentación, alojamiento y al retorno, devolución o expulsión.
- Prohibir la incomunicación, tanto de la situación legal de los migrantes, la ubicación de la EM en la que se encuentran detenidos y con sus familiares, amigos, representantes legales e intérpretes.
- El personal de salud adscrito a la EM o Estancia Provisional deberá aplicar una entrevista a las personas con sintomatología de COVID-19, previamente detectadas, a efecto de emitir un diagnóstico sobre su aislamiento o referencia a una unidad médica.
- Garantizar el cumplimiento de su obligación de capacitar a las autoridades migratorias en materia de género.
- Dar a conocer las medidas que se han tomado con el fin de prevenir la violencia contra las mujeres migrantes, así como el cumplimiento de los tratados internacionales, específicamente en el caso de Puebla y Tlaxcala.
- Realizar visitas a EEMM o entablar comunicaciones y vinculaciones más cercanas con DIF y las autoridades de salud que correspondan para atender a familias migrantes con mujeres, niñas y sobre todo mujeres embarazadas que son detenidas en oficinas u otros espacios del INM.