Para tu auto, ¿Aceite mineral o sintético?

Uno de los fluidos más importantes, después de la gasolina o diésel, es el aceite. Un cambio de aceite hecho de manera oportuna, alarga la vida de tu automóvil

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Dentro de las funciones del aceite está la de lubricar el accionamiento que existe en ciertos componentes donde se genera la combustión como los cilindros y pistones.

Asimismo. se encarga de mantenerlos en una temperatura ideal y así evitar sobrecalentamientos. También tiene la tarea de mantener limpio el motor al purificar las impurezas que se producen en el interior de los propulsores. Una labor más del aceite de motor es la de evitar la oxidación y corrosión de los componentes móviles del bloque.

Básicamente existen tres tipos de aceites para vehículos; naturales, minerales y sintéticos. Los primeros provienen de plantas o animales, en tanto que los minerales tienen su origen a partir del petróleo. En el caso de los aceites sintéticos su elaboración parte de compuestos químicos. En pocas palabras, los minerales son naturales y los sintéticos son artificiales.

Actualmente, los aceites sintéticos han tenido una mayor proliferación ya que además de no depender del petróleo poseen características que ayudan a realizar una mejor tarea si los comparamos con los minerales.

A diferencia del aceite convencional, el sintético tiene una mayor tolerancia a temperaturas extremas mientras que el mineral se convierte viscoso en bajas temperaturas y demasiado suave cuando el calor sube. El aceite artificial mantiene una corpulencia constante sin importar los grados de temperatura. Esto hace que no pierda su eficacia y proteja de manera óptima el motor del automóvil.

Otra de las particularidades de los aceites sintéticos la encontramos en su resistencia. Debido a su estructura molecular uniforme -algo que no existe en los aceites de origen mineral- hace que no pierda sus propiedades, manteniendo su capacidad térmica.

Un tema valioso es el de la contaminación. Al equipararlos, el aceite sintético contiene menos elementos contaminantes, en cambio contiene aditivos de mejor calidad y así mejorar el rendimiento y resistencia de los motores.

Donde se pone arriba el aceite mineral sobre el sintético es en el precio. Al tener un proceso de elaboración de los aceites artificiales hace que la tarifa sea mayor.

Aunque esa cantidad extra se vuelve rentable a la larga en la protección que brindamos al motor.

Si utilizas un aceite sintético, es indispensable el uso de un filtro específico para este tipo de aceite. Esta condición no es negociable.

Lubricantes sintéticos:

– Operan en condiciones extremas donde un aceite mineral está limitado

– Resuelven problemas específicos de lubricación (por ejemplo: capacidad de lubricar de manera eficiente una máquina rediseñada logrando una operación apropiada)

– Se logran mejoras en el costo total y/o desempeño (por ejemplo: intervalos de drenado extendidos y menos servicios no programados)

 

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