Anita Álvarez sufrió un desmayo cuando participara en la final individual de natación artística durante el Mundial de Natación de Budapest. Sin embargo, los socorristas no intervinieron inmediatamente, sino que fue su entrenadora Andrea Fuentes quien se lanzó a la alberca para rescatar a la estadounidense.
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En redes sociales muchos señalaron la pasividad del personal de emergencia, pero el Comité Organizador del Mundial salió a explicar la razón del proceder de los socorristas.
En un escrito señalaron que las reglas de la Federación Internacional de Natación (FINA) son las que determinan cuándo pueden o no intervenir los socorristas.
“Solo los jueces, y solamente ellos, podrán dar la orden de saltar a la piscina a socorrer a una competidora que en ese momento haya enfermado. Este protocolo es así para evitar cualquier malentendido por parte de los socorristas”, informaron.
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Y aclararon “el miércoles no se recibió ninguna señal de los jueces. Después de que el entrenador se tirara a la piscina por su cuenta y riesgo, los socorristas locales, al percibir el peligro, ya no esperaron la señal judicial, sino que decidieron intervenir de inmediato”.
Anita Álvarez no compitió este jueves y se mantuvo recuperándose en el hotel de concentración, pero podría participar este viernes en la final de equipo de nado sincronizado libre, pero eso lo dictaminarán ellos y los médicos.
