El pleno del ayuntamiento de Guadalajara aprobará una iniciativa en la próxima sesión del pleno, donde se aplicarán restricciones a la venta de teléfonos celulares. El objetivo es inhibir el robo de estos dispositivos y su posterior tráfico.

La medida impulsada por el regidor Luis Cisneros y el alcalde Ismael del Toro, prohibiría la venta total de estos aparatos en tianguis y comercio en espacios públicos. De este modo, los vendedores de teléfonos que se instalan en la zona de San Juan de Dios o Calzada Independencia, aparatos que en su mayoría son robados, impediría su instalación. Muchos de estos comerciantes trabajan coludidos con los llamados motoladrones que operan en el Centro de la ciudad, así como los corredores turísticos de Chapultepec, Providencia y avenida Vallarta.
Pero las restricciones no se van a limitar a los espacios abiertos, sino en otras zonas de la ciudad donde se ha detectado la presencia de aparatos electrónicos robados: “En el caso de los establecimientos comerciales, tales como las Plazas de la Tecnología o casas de empeños, donde llegan muchos de estos aparatos, estará prohibida la compraventa de aparatos nuevos o usados, celulares y otros equipos de tecnología como tabletas o laptops, a menos de que cuenten con su factura original”, explicó el regidor Cisneros.
Se informó que la medida tendría una ventana de 15 días para ser socializada entre los comerciantes.
Desde el año pasado, el diputado local Javier Romo ha promovido incorporar al Código Penal, como delito, la compra de teléfonos celulares robados; no obstante, el tema se mantiene atorado en la fase de dictaminación del Legislativo.