Ante la carencia de la Ley de Estacionamientos, que busca dar protección a los automovilistas y fincar responsabilidades a quienes brindan el servicio, algunos centros comerciales comenzaron a blindar sus accesos debido el incremento de robo de autos.
En San Jerónimo, al poniente de Monterrey, zona que repunta en el ilícito, instalan plumas como medida de seguridad en centros comerciales, asimismo, en un gimnasio aledaño señalan que tras la instalación se exentará del pago sólo a sus socios. Por otro lado, responsables de un centro comercial texano situado en Gonzalitos negaron seguir la tendencia de plazas cercanas y no cobrarán por el servicio.
El modo de pago, a decir de los letreros colocados al ingreso de los estacionamientos, es una propina voluntaria, que aparentemente incluye un seguro por el robo total o parcial de los vehículos.
Algunos fraccionamientos de la zona ofrecen alternativas de seguridad, por las que cobran a los vecinos hasta 250 pesos para costear la instalación de las barras.