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Colombia puso en evidencia el actuar de algunos gobiernos en América Latina que hacen del uso de la fuerza su principal estrategia para solucionar crisis. El estallido social provocado por una reforma tributaria en el impuesto a las rentas y la expansión del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a servicios básicos desencadenó una condena internacional por las decisiones autoritarias del presidente Iván Duque.
Sin embargo, los más de 50 fallecidos muestran que el caso colombiano no es exclusivo o nuevo en la región. Ante la reciente orden del mandatario derechista de no frenar la represión contra los manifestantes y desplegar al máximo la fuerza pública, vienen a la memoria sucesos que desencadenaron desequilibrios en países latinoamericanos.
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Chile
Lo que parecía un simple incremento a la tarifa del Metro en octubre de 2019, tras una recomendación de expertos, condujo a una ola de violencia en varias de la principales ciudades de Chile.
La respuesta del presidente, Sebastián Piñera, fue desplegar a la policía y ejército para reprimir las protestas. Incluso declaró estar «en guerra contra un enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni nadie. Que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite«.
Tras la movilización de las fuerzas armadas y sus desafortunadas protestas, trató de enmendar la plana con acciones políticas. Destacó la organización de un constituyente para modificar la constitución de Pinochet, acto que celebraron los chilenos.
El Salvador
Luego de los vítores por la llegada al poder del empresario Nayib Bukele, envuelto en su partido Nuevas Ideas que hoy domina el legislativo, las críticas a sus acciones políticas no se hicieron esperar. A pesar de la reducción notable de homicidios, su gobierno ha cedido un poder importante al ejército y la policía.
Bukele es blanco de cuestionamientos por «múltiples denuncias sobre uso excesivo de la fuerza y detenciones arbitrarias» sobre todo por el incumplimiento de la cuarentena obligatoria del 2020, asegura Amnistía Internacional.
No obstante, la mezcla de las diferentes pandillas en los centros penitenciarios y la exhibición por parte del gobierno dejó entrever el alcance de sus políticas. El mote de autoritario volvió al centro de la discusión.
«El uso de la fuerza letal está autorizado para defensa propia o para la defensa de la vida de los salvadoreños», dijo en abril del 2020.
El motivo se debió al aumento de homicidios por presuntamente la operación de los reclusos desde las cárceles.
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Nicaragua
Daniel Ortega, quien alguna vez resultó un insurgente idolatrado, ha ocasionado una espiral de violencia y quebranto de las libertades en Nicaragua. Una reforma a la seguridad social provocó la movilización de miles de manifestantes en Nicaragua, sobre todo estudiantes.
El proyecto de gobierno pretendía el alza a las contribuciones de los trabajadores y la reducción de las pensiones. Sin embargo, la respuesta de Ortega a las demandas sociales fue desplegar a las corporaciones policiales y grupos afines a su gobierno. La protesta, incluso, exigió la renuncia de Daniel Ortega a la presidencia, uno de los mandatos más extensos en América Latina.
