Después de un año de retraso y complicaciones provocadas por la pandemia de COVID-19 el mundo entero observó con emoción las competencias de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, asombrándose con los atletas de distintas disciplinas que representan al máximo nivel el rendimiento del ser humano; aunque para México podría ser considerado un fracaso olímpico.
- ¿CÓMO DETECTAR EL PIE DE ATLETA?
- CONOCE LAS CONSECUENCIAS POR NO TRATAR EL PIE DE ATLETA
- PIE DE ATLETA Y LAS MEJORES PRÁCTICAS PARA CURARLO Y PREVENIRLO
Por supuesto, todos siempre quieren que sus connacionales triunfen no solo por el orgullo patriótico que esto pueda significar para el país, sino también por la cercanía que se siente con personas que probablemente compartieron experiencias o entornos similares y con las que hay semejanzas por tener una historia y cultura en común.
En esta ocasión nuestra delegación olímpica contaba con 613 atletas de los cuales 329 eran mujeres y 284 hombres, lo que la convierte en la segunda más grande de nuestra historia y la tercera en la que las competidoras superan a los competidores.
A pesar de esto el resultado de nuestro país fue decepcionante con únicamente tres medallas de bronce y ninguna de oro o plata.
Lo triste es que este desempeño es terrible aún comparándonos con países latinoamericanos como Brasil, en la posición doce del medallero, que obtuvo veintiún medallas incluyendo siete de oro e invierte más de ochocientos millones de dólares al deporte y está tan comprometido que fue anfitrión en Río 2016.
PUBLICIDAD
El ejemplo de Colombia es similar en la posición sesenta y seis, que logró cuatro de plata y una de bronce, que cuenta con un presupuesto de 170 millones de dólares al año y es potencia en ciclismo y levantamiento de pesas.
México tiene un largo historial de bajo desempeño en los Juegos Olímpicos, pero la culpa no es de los atletas que nos representan ni de sus entrenadores.
En Tokio su desempeño fue extraordinario y nos regalaron varios momentos emocionantes, estos mexicanos hicieron algo milagroso y compitieron al más alto nivel.
El problema es la enorme falta de apoyos en todos los niveles, desde las escuelas hasta los centros de alto rendimiento, que se requieren para poder detectar e impulsar el talento que abunda pero nunca recibe el soporte necesario para sobresalir.
Es decir, nuestros deportistas concursan entre los mejores del mundo a pesar de estar en desventaja y en muchas ocasiones ni siquiera tener instalaciones adecuadas para entrenar.
La enorme corrupción con la que está plagada la Comisión de Cultura Física y Deporte (CONADE) provoca ineficiencia y abandona al talento mexicano en beneficio de burócratas gubernamentales y compadrazgo político.
Lo peor, es que ante una situación tan grave, este gobierno retiró los pocos apoyos que sí existían en el fidecomiso Fodepar (Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento) que contaba con 450 millones de pesos, obligando a muchos atletas a solventar todos los gastos con recursos propios.
Alexa Moreno, cuarto lugar en salto de caballo de la gimnasia artística femenil, reveló que usó el dinero del Premio Nacional del Deporte 2019 para comprar equipo de entrenamiento pues en México no hay. Mientras tanto el presupuesto es devorado por corrupción y proyectos inservibles como los 89 millones de pesos usados en un estadio de béisbol para Pío López Obrador, hermano del presidente.
A la juventud se le debe de mantener cerca del deporte para alejarla del crimen y las drogas. Impulsar los talentos y brindar las condiciones necesarias para que estos sobresalgan beneficia a todos y fortalece a las familias que participan en este.
Nuestro país tiene enormes capacidades y los mexicanos saben lo que es triunfar en el mundo, pero para salir adelante necesitamos replantear la posición del deporte en nuestra sociedad y darle el apoyo que merece. Al tiempo…