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Nadia Nadim, la estrella del futbol que sobrevivió al gobierno talibán

La futbolista Nadia Nadim superó una dura infancia y se ha convirtió en una de las referentes a nivel internacional

Nadia Nadim
Nadia Nadim es una de las figuras de la Selección de Dinamarca / Getty Images (gabriele maltinti/Getty Images)

La noticia de que el régimen talibán volvió a tomar el poder en Afganistán recuerda el nombre de la jugadora Nadia Nadim, quien sobrevivió a la primera etapa del régimen y después convertirse en una referente del futbol mundial.

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Nadia Nadim, hija de un general del Ejército Nacional Afgano, vivió una dura infancia tras convertirse en una refugiada, después de que su padre fue ejecutado.

“Mi infancia consistió básicamente en evitar cosas que me iban a matar”, cuenta la propia Nadia en una carta abierta publicada hace un año en ‘The Players Tribune’, titulada “Los forasteros”.

“Nuestra familia, yo, mis cuatro hermanas y mi madre, Hamida, vivíamos en un complejo de apartamentos cerrado en Kabul, cerca de donde él trabajaba. Nadie podía entrar o salir sin pasar por un control de seguridad. Era como una burbuja donde nos sentíamos protegidos.

Los talibanes no permitían que las mujeres fueran a la escuela ni salieran solas. Había mucha gente en las calles que quería secuestrarnos para poder pedirle dinero a mi papá. Así que siempre obedecimos las órdenes. Siempre. En la casa, sí, claro, todos eran rebeldes. Pero tan pronto como salimos, supimos que esto era algo real”, se lee en el texto.

En un crudo relato en donde describe como era la situación que viven las mujeres y los niños en este país.

“Realmente es bastante simple. Cuando eres un niño y alguien te dice: «NO PASES DE ESTA LÍNEA O DE LO CONTRARIO VAS A MORIR», estás un poco como, está bien, genial. Me voy a quedar”, se lee en parte del texto escrito.

Un día de 2000, lo llevaron a reunirse con uno de los ministros. A los talibanes no les gustaba la gente que tenía demasiada influencia y ya había empezado a desaparecer mucha gente. Y después de que mi papá fue a esa reunión… bueno, no regresó”, escribe Nadia Nadim.

Tras este hecho, la ahora jugadora del PSG explica que tuvieron que salir del país hacia Pakistán y utilizar pasaportes falsos para poder ingresar a Italia. Ahí estuvieron refugiados un par de semanas hasta que fueron llevados a Dinamarca.

“En el campo vemos gente de todas partes: Afganistán, Somalia, Congo, Irak, Armenia, Rusia. Lo que sea, están ahí. Al ver a algunos de ellos, pienso: ‘ Mierda, este tipo parece un asesino’… A medida que las semanas se convierten en meses, noto cómo todos en el campamento se están uniendo.

 Hay tantas nacionalidades, pero todos tenemos algo en común: hemos sufrido mucho y estamos preocupados por lo que nos va a pasar”, continúa con el relato.

Por último recuerda cómo fue que Dinamarca los aceptó como refugiados, después de siete meses de incertidumbre y conocer distintas historias.

“Esta es solo mi historia. Otros refugiados llegan a Europa con sus propios traumas y pérdidas. Algunos serán devueltos. Muchos otros no llegarán en absoluto. Algunos serán asesinados antes de llegar aquí. Pero quiero agregar que incluso los refugiados que son bienvenidos en un nuevo país podrían no ser necesariamente aceptados”, afirma.

¿Quién es Nadia Nadim?

Tras su fuerte pasado, fue naturalizada con Dinamarca. Nadia Nadim comenzó a jugar futbol en los campos daneses hasta que el modesto IK Skovbakken observó sus cualidades y le regaló una oportunidad que no desaprovechó.

Nadim destacó con una gran actuación y consiguió firmar con el Fortuna Hjørring, uno de los clubes más importantes de Dinamarca. De ahí dio el salto a la mejor liga del mundo, la NSWL estadounidense, jugando primero para el Sky Blue y después en los Portland Thorns. En 2018 regresó a Europa para jugar en el Manchester City antes de fichar por el PSG, del que se despidió este mismo verano para volver a tierras americanas (Racing Louisville).

Con esta historia, Nadia Nadim ha buscado convertirse en una referente, pero también, convertirse en un ejemplo para seguir adelante, y ser la voz en favor de los refugiados y las mujeres oprimidas.

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