El miércoles pasado fue encarcelado el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, otro ex directivo de esa dependencia que correría con el mismo destino sería Carlos Treviño, en contra de quien un juez federal giró una orden de aprehensión porque no se presentó a la audiencia de imputación a la que estaba citado en septiembre pasado.
Carlos Treviño está acusado de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa por el caso de Etileno XXI, proyecto con el que el gobierno de Enrique Peña Nieto buscó reactivar la industria petroquímica y en el que se habrían dado contratos a modo.
De acuerdo con varios medios de comunicación, el juez con sede en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, otorgó la orden a la Fiscalía General de la República (FGR) porque a Treviño se le considera “sustraído de la justicia”.
El argumento del ex funcionario para no acudir a su audiencia fue que no existían las condiciones de certeza, seguridad jurídica y debido proceso.
La imputación en su contra se desprendió de la denuncia hecha por Emilio Lozoya y quien afirmó que Treviño recibió cuatro millones de pesos para otorgar un contrato a la empresa Braskem, filial de la empresa Brasileña Odebrecht para Etileno XXI.
Según lo narrado por Lozoya, durante una reunión en su casa en Lomas de Bezares en 2013, Luis Alberto de Meneses Weyll, quien fuera director de Odebrecht en México, le dijo que Braskem entregó sobornos entre 2010 y 2012 para aprobar un contrato con Etileno XXI.
Y que en la operación del contrato habrían participado Carlos Treviño, José Antonio González, Ernesto Cordero y José Antonio Meade.
Además de que en septiembre de 2014, por ordenes de Luis Videgaray, se entregaron recursos por más de ocho millones de pesos a José Antonio Meade, Carlos Treviño y José Antonio González Anaya.
De acuerdo con la defensa de Carlos Treviño, actualmente está en Texas, Estados Unidos, por lo que la FGR tendría que solicitar que se emita una ficha roja para su localización.