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Tragedia educativa que dejó la pandemia de Covid-19 en México es mayúscula

Aunque la atención la concentran las decisiones de la SEP, las secretarías estatales tomaron distintas rutas para atender la educación en la pandemia

Mientras disminuyen los casos de Covid-19 provocados por la cuarta ola, y avanza el proceso de vacunación en los estados del país, queda pendiente por resolver el tamaño del rezago educativo y de la deserción escolar en México; análisis que realizaron la organización México Evalúa, en conjunto con la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad (IEEC) de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, dando seguimiento puntual de las acciones emprendidas por cada una de las entidades federativas, encaminadas al regreso de los estudiantes a las aulas.

“La pandemia por el Covid-19 es uno de los más grandes shocks que el sistema educativo ha experimentado en su historia. El distanciamiento social ha sido una estrategia necesaria para reducir la propagación del virus, lo que ha impactado a 36.6 millones de alumnos y más de 2.1 millones de docentes, además del personal administrativo y de apoyo a la docencia en las comunidades escolares”, señalan las organizaciones en un comunicado.

Debido a que durante poco más de un año no hubo clases presenciales, se espera que en el mediano y largo plazo se tengan impactos negativos en la productividad, competitividad y desarrollo económico, consideran los especialistas.

Los efectos no serán homogéneos para todos los estudiantes, ya que dependen en mayor o menor medida de las estrategias que se implementaron en su entidad para regresar a clases.

El regreso presencial a las aulas se dio de manera muy diversa en las entidades federativas. Para empezar, la fecha de regreso a las aulas y la modalidad en que fue ejecutado (híbrida y escalonada) fue distinta en cada estado. Los primeros en retomar la presencialidad fueron Jalisco, el 1 de marzo de 2021 y Campeche el 19 de abril de 2021; mientras que los últimos fueron Michoacán el 20 de septiembre de 2021 y Baja California Sur, el mismo día.

Además, en promedio, 5% de planteles educativos a lo largo del país fue abandonado o saqueado, circunstancia que obligó a los gobiernos estatales a invertir recursos propios para mejorar las condiciones de infraestructura.

¿Cómo resolver los problemas educativos que trajo la pandemia?

México Evalúa y la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey identificaron que la pandemia ha tenido graves afectaciones en los aprendizajes y en las habilidades socioemocionales de los estudiantes; por ello, invitan a los gobiernos estatales y a la Federación a atender de manera urgente los desafíos a la educación, mediante algunas acciones:

  1. Flexibilizar y adecuar la impartición de materias para atender las habilidades y conocimientos prioritarios en los campos disciplinares de comunicación (español), matemáticas y pensamiento científico.
  2. Definir e implementar un plan de acompañamiento y de contención emocional de los estudiantes y el profesorado. Por ejemplo, se puede idear una capacitación docente orientada a identificar e intervenir cuando alguien esté atravesando alguna situación vulnerable, y prevenir así que la situación escale.
  3. Extender el tiempo de clases: se sugieren periodos intensivos de invierno y verano.
  4. Priorizar o aumentar el presupuesto destinado al sector educativo para estrategias remediales. Actualmente sólo el 5% de los recursos se orientan hacia esta estrategia.
  5. Capacitar a los docentes sobre los retos y las acciones derivadas de la contingencia sanitaria, así como brindar herramientas para mejorar las clases virtuales (en caso de tener un modelo híbrido).
  6. Facilitar y ampliar el acceso a internet y a soluciones digitales que puedan facilitar la permanencia escolar.

Consulta en la web:

4 PREGUNTAS CON

Marco Fernández, coordinador de la iniciativa de Educación del Tec de Monterrey y de México del Programa de Educación de México

¿Cuál es el impacto de la pandemia en el sector educativo?

A mí me parece que es importante -y estamos orgullosos de este esfuerzo- sistematizar cuáles han sido las políticas y la información que está disponible por parte de los gobiernos en los estados para enfrentar los retos educativos derivados de la pandemia.

Es un recordatorio de que muchas veces en política educativa queremos ver todo a través del prisma de la SEP y pues hay 32 sistemas educativos en el país. No todos están implementando el mismo tipo de políticas, las mismas acciones.

Por ejemplo, uno observa cómo hay gobiernos en donde se están tratando de establecer acciones más puntuales para enfrentar la emergencia. Estoy pensando por ejemplo, Guanajuato o recientemente Nuevo León.

Hay otros que, pues, francamente maltratan a la educación. Hay opacidad absoluta y falta cualquier esfuerzo. Es el caso de Oaxaca, o Guerrero; que se atreven a decir que no ha habido infectados en las escuelas de acuerdo a la información reportada en sus locales. Creo que la tragedia educativa a la que se enfrenta el país es mayúscula.

Además de los problemas en los aprendizajes, tenemos problemas en la parte emocional; serios problemas de abandono escolar, especialmente en la caída en la transición de tercero de secundaria a la educación Media Superior.

Hay algunos estados que, responsablemente, sí han hecho esfuerzos para tener diagnósticos del tamaño de las afectaciones, pero en la mayoría estamos a ciegas. No conocemos las afectaciones en los aprendizajes que se han vivido en el país y por lo mismo no hay ruta en términos de cómo van a recuperar los aprendizajes imprescindibles.

Justamente para la recuperación de estos aprendizajes ustedes proponen extender el tiempo de clases. ¿Cómo hacerlo?

En las negociaciones con los sindicatos, con las secciones al frente en los estados o con los sindicatos de la educación media superior es imprescindible que se puedan destinar recursos adicionales para pagar horarios extendidos. Se podría hacer como está ocurriendo en otros países, por ejemplo: clases los sábados, acortar los periodos vacacionales, etcétera. La SEP anunció un recorte del periodo vacacional de dos semanas, pero en dos semanas es muy limitado atender el tamaño del problema que tenemos enfrente. Y eso solo aplica para educación básica.

Traemos un problema en donde pareciera que hay resignación en la mayor parte, no en todos, pero en la mayor parte de los Estados, como si la tragedia de la pandemia no hubiera ocurrido. Hay excepciones y eso es lo que trata también de documentar este informe, por ejemplo Chihuahua estableció rutas de recuperación educativa; al igual que Nuevo Léon y Guanajuato. Pero pregunte usted a Morelos, pregúntele a Zacatecas y no solo no hay rutas, sino que prácticamente no reportan información alguna del tamaño de las afectaciones que tienen, ni las estrategias para tratar de enfrentar el problema educativo y que también es un tema.

¿Qué información tienes sobre el tema de que algunos, por fuera, cobren asesorías y regularizaciones a los mismos grupos?

Sí, se está viendo ese fenómeno. Creo que es inevitable que ocurra. No digo que esté bien, pero dónde está el esfuerzo sistemático para poder dotar de tiempos adicionales -que son imprescindibles- para poder atender el tamaño de la emergencia.

Mencionan que el 5% de las escuelas sufrieron daños. ¿Qué se está haciendo para recuperarlas?

Muchos estados destinaron recursos extraordinarios para las reparaciones. Creo que el hecho de que se haya hecho el sabotaje revela muchas cosas. Otra vez el abandono de la escuela porque nadie cuidó las escuelas y, con toda franqueza, también el poco valor que un segmento de la sociedad le da a la educación. ¿Cómo se atreven, en momentos de emergencia, a destruir los planteles educativos a los que eventualmente iban a regresar los estudiantes del país?

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