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‘Israel también es nuestro hogar’: mexicanos residentes defienden amor al país pese a la guerra

Regresar a México no es opción para gran parte de los más de cinco mil mexicanos que viven en el país, a pesar del peligro que representan las hostilidades entre Israel y Hamás

Miembros de la comunidad judía portuguesa asisten a una vigilia por las víctimas de los ataques en Israel, en Lisboa, el martes 10 de octubre de 2023. (Foto AP/Armando Franca)
Solidaridad con Israel. Miembros de la comunidad judía portuguesa asisten a una vigilia por las víctimas de los ataques en Israel, en Lisboa, el martes 10 de octubre de 2023. Alrededor del mundo, las escenas se han repetido. (Armando Franca/AP)

En todos los países del mundo hay problemas”, afirman mexicanos residentes en Israel, quienes rechazan regresar a México a pesar del reciente incremento en las tensiones en el país. Muchos, que han su vida en Medio Oriente desde hace más de una década, buscan ayudar a su ‘nuevo hogar’, en un momento en que la violencia de Hamás ha provocado dolor y zozobra por los ataques que han dejado más de 900 muertos y más de dos mil 800 heridos.

El luto ha reinado desde que el sábado pasado Hamás asestó el peor golpe contra el Estado de Israel en su historia reciente. No había habido un día de tantos asesinados de judíos desde el Holocausto. A pesar del horror que esta guerra ha provocado -y del que muchos temen que está por provocar- los mexicanos residentes en Israel buscan dar su apoyo a su comunidad.

Así lo cuenta Susana Corona, chef profesional en Rosh HaAyin, una ciudad de más de 56 mil habitantes que es cercana a la frontera con Cisjordania, en el centro del país. Corona pasó de preparar los alimentos en la Embajada de México en Israel a tener un catering de antojitos mexicanos en la ciudad que ha visto crecer a sus hijas, una de ellas, sirviendo actualmente en el Ejército.

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La vida de Corona -y de su familia- dio un vuelco el pasado 7 de octubre, cuando su hija de 19 años, enlistada y activa en las Fuerzas Armadas, les llamó para avisarles del horror que estaba por comenzar.

Nos despertó muy exaltada y muy agobiada avisándonos que nos despertemos, que veamos lo que está pasando, informándonos que están cayendo misiles, que se están infiltrando terroristas”, contó Susana a Publimetro.

Todo sucedió muy rápido. En cuestión de segundos, Susana y su familia vieron que el país que conocían desde hace 13 años había cambiado por completo.

La entrevista completa se puede ver aquí:

Mexicanos residentes de Israel en entrevista con Publimetro

“Empezamos a ver cosas que no entendíamos. ¿Cómo era posible que hubiera camionetas con terroristas en las calles? La gente tomaba vídeos sin entender qué estaba pasando. [Había] terroristas infiltrados disparándole a cualquier persona que pasara, entrando a las casas, traían granadas, traían armas tremendas, metralletas, armas de alto poder -que realmente no entiendo de eso- y fue una incertidumbre total porque no entendíamos muy bien qué estaba sucediendo. Más bien, era difícil de creer lo que estaba pasando”, explicó.

Mientras la conversación sigue, Susana Corona revela –en momentos, con un nudo en la garganta– un aspecto poco comentado de la actual guerra: el sentir de los padres de los jóvenes soldados y el agobio que padecen los elementos de las Fuerzas Armadas.

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“Gracias a Dios hemos estado en contacto con ella [su hija] todo el tiempo. Mi hija está en una de las partes más peligrosas de Jerusalén y cuando hace su guardia tiene la costumbre de avisarnos que está sana. Ha sido muy, muy difícil para todos nosotros, para los padres que tenemos hijos soldados”, explicó

“En mi situación personal, aparte de tenerla lejos y de la incertidumbre y el miedo de lo que pudiera pasar, ella nos externa que está sufriendo mucho. Este es un país tan pequeño y ha sido muy triste para ella enterarse de la pérdida de amigos que también están en el ejército”, narra Susana, quien afirma: “Es una situación muy difícil porque hay que contener a mi hija y por otro lado, ella tiene que estar fuerte y concentrada para poder hacer bien su trabajo”.

Hemos vivido mucha tristeza, mucho dolor, mucha muerte, mucha destrucción

Israel es un país geográficamente pequeño. Su superficie se calcula en 20 mil 325 km², similar a lo que representa el Estado de Hidalgo (20 mil 821.4 km2) en México. Es fácil recorrerlo, ya que un viaje en automóvil -de sur a norte- puede realizarse en cerca de seis horas. La población de Israel se estima en 9 millones 656 mil habitantes, de los cuales 7 millones 106 mil son judíos (73.6%); 2 millones 37 mil son árabes (21.1%) y unos 513 mil son drusos, circasianos y otros (5.3%). Esto, de acuerdo a datos de la Oficina Central de Estadísticas de Israel al 31 de diciembre de 2022. De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, cinco mil mexicanos residen en Israel actualmente.

Susana Corona de Rovero, chef en la ciudad de Rosh HaAyin, Israel,
En entrevista con: Susana Corona de Rovero, chef en la ciudad de Rosh HaAyin, Israel, (Cortesía)

“Yo vivo en una ciudad que está en el centro del país, Rosh HaAyin. Aquí hemos tenido un par de alertas de misiles. La ciudad no está tan expuesta, pero al final de cuentas, estamos a dos horas de la zona de conflicto, por donde entraron los terroristas. Todo está muy cerca, aunque estamos lejos”, comenta Susana Corona.

“Lo que hemos vivido desde el sábado es mucha tristeza, mucho dolor, mucha incertidumbre, mucha muerte, mucha destrucción. No solo de los misiles que han mandado. Aunque tenemos esta tecnología que tira los misiles -los revienta en el aire- [Domo de Hierro] pues no es posible derribarlos a todos y pues sí han caído en las ciudades. Ha habido muchos decesos también de lo que se escucha: tristemente esas masacres que han hecho los terroristas, a sangre fría con la población, con los civiles”, explicó.

“Israel está acostumbrado a vivir bajo estas circunstancias de tensión y peligro –aunque no a este nivel porque no había sucedido– pero sí te puedo decir que somos un país que funciona con una hermandad impresionante, que no podría explicarla. La gente está donando por todos lados. La gente está en las calles organizándose, ya sea juntando, llevando o empacando víveres para hacérselos llegar a los soldados o para hacérselas llegar a las familias que se tuvieron que salir de sus casas por estas masacres. Es algo impresionante lo que sucede aquí, a pesar del terror y del miedo y de la tristeza” comentó.

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¿Es opción regresar a México?

“No”, responde Susana, quien añade: “La verdad es que fue una decisión de vida. Soy una mexicana muy orgullosa, orgullosa de serlo. Como había dicho, yo soy chef. Fui hace un par de años la chef del embajador y de la Embajada de México en Israel. El negocio que yo tengo es un negocio de comida mexicana tradicional. Mi amor por México es enorme. Amo a mi México y estoy muy orgullosa de mi país, pero soy una mexicana judía y decidimos que queríamos vivir en Israel porque era muy importante para nosotros que nuestras hijas vivieran parte de este país, que también lo tenemos dentro de las entrañas. Nosotros llegamos aquí cuando mi hija más grande tenía 11 años y la pequeña tenía 6 años y queríamos darles esta visión de vida, de mentalidad y de amor por este país, que también es nuestro”.

El mensaje que me gustaría dar es que todos tenemos que entender que, no importando el color, la religión, la nacionalidad, todos los seres humanos valemos lo mismo. Todos somos hermanos y debemos vivir en paz.

—  Susana Corona, chef en la ciudad de Rosh HaAyin, Israel

“Hoy por hoy, mis hijas tienen su vida aquí. Nosotros tenemos nuestra vida aquí y fue una decisión de vida. Somos muy felices, a pesar de que no es fácil al tener conflictos. Yo siempre digo que, así como nosotros, en todos los países del mundo hay problemas, hay conflictos; cada uno en su estilo, pero eso no nos puede hacer que salgamos corriendo cada vez que haya un conflicto”, añadió.

La conversación concluye con un el suspiro que viene después de un momento de gran tensión. “La verdad es que Israel es un país muy hermoso. Se vive en paz. Nuestras hijas pueden caminar por las calles libremente, sin que nadie las acose, sin que nadie las secuestre. Esto que pasó ahorita se sale de todo lo creíble, pero definitivamente no [regresaríamos a México]. Hoy es nuestro hogar, Israel es nuestro hogar”.

5 preguntas con

Adam Kleinberg, músico mexicano en la ciudad de Givatayim, Israel (cercana a Tel Aviv).

Adam Kleinberg, músico mexicano en la ciudad de Givatayim, Israel
En entrevista con: Adam Kleinberg, músico mexicano en la ciudad de Givatayim, Israel (Cortesía)

¿Podrías contarnos un poco más sobre tu historia y cómo llegaste a vivir a Israel?

Nací en la Ciudad de México, en el Hospital Español, en Polanco. Me crié allá la mayor parte de mi vida. Desde hace 10 años estoy en Israel, emigré en el año 2013. Vine aquí porque estudié música en una de las escuelas de música más reconocidas de Israel. Además, ahora estoy en el mundo del Hi-Tec, trabajando en análisis de datos.

¿Cómo viviste los ataques de Hamás del 7 de octubre?

Primero, déjame darte un poco de contexto sobre ese sábado. Para el pueblo judío, en general, era muy importante. En esta época tenemos una fiesta llamada Sucot, que conmemora la salida de Egipto, de los esclavos, entre otras cosas. Ese sábado era el día más importante de esa fiesta, porque era el último. También celebramos Simjat Torá, donde conmemoramos la recepción del libro sagrado en el desierto. Para mucha gente aquí en Israel, este día es muy importante. Justamente por eso fue estratégico para un ataque.

Lo que sucedió es que a las 06:30 horas se lanzaron miles de misiles desde Gaza hacia comunidades civiles aquí en Israel, alcanzando las ciudades del sur y también ciudades en el centro. Para darte una idea, estamos hablando de una distancia no muy grande. Israel es un país pequeño, por lo que estos misiles, aunque de baja tecnología, tienen un alcance considerable.

Nos despertamos con alarmas. En todas las ciudades de Israel tenemos sistemas de alarma que nos indican que hay un ataque inminente de misiles. Las instrucciones que tenemos son correr a refugiarse en búnkeres o, si no hay, esconderse en las áreas de refugio dentro de los edificios, que suelen ser las escaleras.

Durante el resto de la mañana, hubo más ataques de misiles en el sur y el centro del país. La segunda vez que tuve otra alarma fue alrededor de las 8 de la mañana, y en ese momento también empezaron a salir las noticias de que había incursiones de terroristas que cruzaron a Israel a pie, por aire con paracaídas y por mar. Esta gente sabía a dónde iba. Entraron en comunidades, a kibutz y entraron a matar gente. Ese era su objetivo.

En muchos de los pueblos estaban viviendo familias, mujeres, niños, gente civil que nada tenía que ver con el conflicto. Entraron a sus casas, empezaron a matar a todo lo que veían, empezaron a secuestrar personas.

También había un festival cerca de la Franja en el desierto, donde muchos jóvenes fueron a celebrar la paz -ese era el tema del concierto-. Las personas empezaron a escuchar las sirenas y los bombardeos. Nosotros en Israel tenemos el Domo de Hierro, que es lo que nos protege de los misiles que tiran desde cualquier lugar y cuando empezaron a escuchar que estaba funcionando, la gente empezó a salir de ese concierto y los terroristas estaban esperando en las afueras, y empezaron a dispararle a la gente.

Son crímenes en contra de la humanidad. Simplemente es inconcebible lo que han hecho. Han violado mujeres, tomado rehenes, matado a gente a quemarropa, y hasta ahora no se sabe todavía el número exacto de los rehenes que están. Desde el sábado hasta ahora hay un total de 900 muertos confirmados, se está hablando de que hay en la Franja de Gaza cerca de 100 secuestrados, entre ellos, un buen amigo mío del que no se sabe todavía si está secuestrado. No se sabe nada de él. Es un inmigrante que viene de Colombia y simplemente es un terror que no le deseo ni a mi peor enemigo. Es muy difícil hablar de esto y expresarse, porque me duele mucho el corazón.

Te agradezco que lo hagas. ¿Cómo ha cambiado la vida en donde vives? ¿Cómo es salir a la calle?

Las calles están vacías, la gente no quiere salir, hay muy poca gente en la calle. Nosotros estamos tratando de prepararnos. El gobierno nos ha pedido que nos preparemos para estar en refugios antibombas durante al menos 72 horas, con víveres, agua y medicinas, kits de primeros auxilios.

La situación sigue siendo incierta, pero sabemos que los puntos donde los terroristas cruzaron al Estado de Israel, ya están controlados. Todavía están buscando casa por casa en los lugares donde estuvieron. Todavía no se sabe si hay más personas esperando para hacer más ataques.

Lo que sí sabemos es que hay una respuesta muy agresiva del ejército israelí para tratad de tener seguridad dentro del país, y proteger a los ciudadanos israelíes.

El primer ministro Benjamin Netanyahu acaba de anunciar un ataque en la Franja de Gaza contra Hamás, que es el gobierno que está en la Franja de Gaza, y que es reconocido por muchos países del mundo como una organización terrorista.

Esto tiene que acabar, porque las vidas de niños inocentes, de mujeres, de adultos mayores, de gente que no tiene nada que ver con este conflicto, no puede estar en peligro.

¿Ha cruzado por tu cabeza la idea de regresar a México?

Por supuesto. Es una situación muy difícil en la que estamos viviendo. Por otro lado, llevo acá 10 años, este ya es mi país también. Me considero mexicano y también israelí. Soy una persona que tengo acá toda mi vida, y obviamente estamos tratando de ser fuertes, estar unidos y ayudar a quienes lo necesitan. Hay mucha gente que está traumatizada. Sé que hasta el momento hay dos mexicanos secuestrados en la Franja de Gaza.

Estamos tratando de ayudar a las familias, ayudar a la gente cercana, con todo lo que podamos. Creo que la clave es tratar de estar unidos y ayudar lo más que se pueda, obviamente, tratando de estar seguros y salvarnos nosotros, y a la gente a la que amamos.

Es muy difícil que hay gente que te quiere matar, a ti, a toda tu familia. Es muy triste, da mucha rabia, mucho miedo. Estamos aquí.

¿Qué mensaje le darías a los mexicanos que te leen?

Es importante que la gente sepa lo que está pasando. Que esto no es una guerra contra Israel, sino contra seres humanos que solo desean la paz y la prosperidad. No queremos guerra ni lastimar a nadie. Queremos vivir en paz y queremos que todos prosperen.

Este conflicto está lleno de odio y sed de venganza. Esto no es una liberación. Aquí no se va a liberar Palestina. Podemos vivir en paz con ellos, pero necesitamos que ellos también quieran hacerlo, pero en este momento, matar judíos, matar israelíes, no les va a llevar a nada. Esto no es una guerra de liberación, esto es un acto de terrorismo que debe ser condenado por todo el mundo.

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