El estreno de Spencer, la película biográfica de la Princesa Diana, protagonizada por Kristen Stewart, no sólo devuelve el nombre de Diana Spencer a la conversación pública; sino que consolida su legado y su popularidad, la cual le ha dado el papel de Princesa del Pueblo.
Para Ruth Penfold-Mounce, profesora y directora de Criminología del Departamento de Sociología de la Universidad de York, en Reino Unido, la popularidad nacional e internacional de Diana se centra en los muchos papeles que Diana desempeñó ante el público.
“A lo largo de su vida, Diana se convirtió en princesa tras una boda de cuento, en madre, en víctima de la bulimia, en objetivo de la prensa sensacionalista, en icono de la moda, en cautivadora de los corazones del público y, finalmente, en una mujer divorciada que murió a los 36 años en trágicas circunstancias”, explica la profesora en un artículo publicado en el sitio científico The Conversation.
La Princesa Diana, quien marcó un referente en su momento -al igual que otras personalidades como Jaqueline Kennedy, esposa del presidente estadounidense John F. Kennedy- ha sido venerada como símbolo internacionalmente reconocido del amor, la compasión y la caridad y como defensora de los desfavorecidos y estigmatizados. “Diana comprendió el poder de tener un papel en la opinión pública y lo utilizó para cambiar actitudes y abordar problemas sociales”, comenta Penfold-Mounce.
Como figura pública de alto nivel, Diana hizo gala de una vulnerabilidad y una humanidad poco comunes que se diferenciaban de la familia real en la que se había casado. Y su figura ya no se limita a fotografías y entrevistas. “Resucitó en la serie The Crown de Netflix y ahora en su propio largometraje, Spencer. Diana está experimentando una exitosa carrera póstuma -con su imagen y su vida trabajando después de su muerte- sin su consentimiento. Y de esta manera, está siendo introducida como un héroe de la cultura popular consumible para la generación nacida después de su muerte”, afirma la académica.
“Diana Spencer se convirtió en princesa no sólo por su matrimonio con el Príncipe Carlos, sino también como Princesa del Pueblo. Su humanidad y vulnerabilidad la convirtieron en una sensación en vida y este legado se extiende hasta la muerte. Siempre fue probable que su vida privada se convirtiera en un objetivo de las formas de cultura popular para “contar su historia”. Queda por ver si Spencer influirá realmente en el legado de Diana o no”.
— Ruth Penfold-Mounce, Universidad de York, Reino Unido
Para Ruth Penfold-Mounce, la fascinación por Diana no disminuye ya que su vida se ha convertido en una fuente de chismes, indiscreciones y conversaciones frívolas; las cuales, está demostrado científicamente que pueden ayudar a “crear y mantener los vínculos sociales, ya que nos permiten formar grupos”
“Sin embargo, los objetos de los chismes, como Diana, no experimentan un fortalecimiento de los vínculos con los demás. Por el contrario, se convierten en alienados o en un objetivo y en víctimas de las habladurías que se hacen sobre ellos. De este modo, las representaciones de Diana en la cultura popular permiten que se desencadene una nueva oleada de cotilleos mientras el público los observa, consume y contempla”, añade la especialista.
Para la profesora británica, la figura de Diana sigue siendo tan popular porque consigue atraer el interés del público y es un trampolín para los debates sobre los retos de la sociedad. “Ya sea la libertad de prensa, el papel de la familia real o el duelo público. Diana es un catalizador para el debate público”, concluye.
3 PREGUNTAS CON
Ruth Penfold-Mounce, profesora titular y directora de Criminología del Departamento de Sociología en la Universidad de York, Reino Unido.
¿Cómo se convirtió la imagen de la princesa Diana en un símbolo moderno y actual, a más de 20 años después de su muerte?
Durante su vida, Diana llegó a simbolizar la maternidad, la vulnerabilidad, la belleza y el victimismo (fue víctima de la prensa y también del trastorno alimentario, la bulimia). También fue un símbolo de fortaleza, ya que sobrevivió a una ruptura matrimonial de alto nivel y trató de reconstruir su vida tras su divorcio. Su poder como icono la hizo identificable y venerada al mismo tiempo. Esta iconicidad no terminó con su muerte.
Su legado como trágica Princesa de Gales es perdurable y su sombra se prolonga en el tiempo, ensombreciendo a sus hijos, William y Harry. Sus matrimonios con Kate y Megan han sido fuente de muchas especulaciones mediáticas y Diana forma parte de ellas. Siguen planteándose preguntas: ¿han tomado William y Harry decisiones acertadas con sus parejas matrimoniales? ¿Pueden estar a la altura de la iconicidad de su difunta suegra o están condenados al fracaso?
Como ocurre con otras figuras históricas, para hablar de la princesa Diana hay que conocer su contexto y su época. ¿Cómo encaja la historia de Diana en el contexto y la historia de hoy? ¿Qué lecciones podemos aprender de ella?
La historia de Diana, una mujer joven que se convierte en princesa, madre e icono de la moda, hace que parezca haber vivido un cuento de hadas. Sin embargo, está claro que no fue así. El matrimonio de Diana fue infeliz y terminó muy públicamente y fue acosada por la prensa hasta su muerte mientras el vehículo en el que viajaba intentaba evadir a los paparazzi en París.
Se puede aprender mucho de su vida en cuanto a las dificultades no sólo de formar parte de la familia real, sino de ser una figura de alto perfil y el precio que se paga por estar en el ojo público. Alcanzar la celebridad no es necesariamente tan deseable como algunos podrían pensar.
¿Cuáles cree que son las consecuencias de que la historia de Diana no se cuente correctamente en futuras películas y producciones?
La especulación y los cotilleos sobre los ricos y famosos tienen una larga tradición, pero hay consecuencias. Por ejemplo, la película sobre los Spencer es una especulación sobre unos días concretos que fueron el punto de inflexión en el final de un matrimonio de alto nivel. La película no es un documental, se basa en los acontecimientos pero no necesariamente en la verdad o en los hechos. También hay consecuencias para los consumidores de películas y producciones sobre Diana.
Ella es una figura social importante y estará en los libros de historia, ya que se casó con el heredero del trono inglés y dio a luz a un futuro rey. Como resultado, al recibir el tratamiento de Hollywood, el conocimiento sobre Diana y su legado puede quedar desdibujado por el drama y el espectáculo. Su papel como defensora de las desigualdades y portavoz de los más vulnerables podría verse menoscabado.
