El flujo de inversión en México reporta niveles muy bajos desde 2019, año en que inició el gobierno del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, evidenció el secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Mathias Cormann.
“La inversión ha permanecido prácticamente plana desde 2015 y bastante baja desde 2019″, indicó el dirigente del organismo internacional, durante la presentación virtual del Estudio Económico de la OCDE: México.
En un clara alusión a la reforma eléctrica, señaló que es necesario que el paìs dé certidumbre a los inversionistas, nacionales y extranjeros, sobre los contratos existentes y genere un clima de estabilidad regulatoria; lo que ayudaría a reiniciar e impulsar la inversión productiva.
Frente a tal panorama, Mathias Cormann puntualizo que México debe aplicar una serie de “reformas integrales y ambiciosas” para impulsar la llegada de capitales y mejorar la recaudación; además de revertir la baja productividad, la desigualdad y la pobreza.
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“La productividad de México es baja comparada con los niveles internacionales, ya que se utiliza una alta proporción de mano de obra y capital en compañías de baja productividad y en la informalidad”, subrayó.
Nuevo corte al PIB
Al referirse al desempeño de la economía mexicana, el secretario de la OCDE apuntó que éste se debilitó durante los últimos meses; lo que obligó al organismo recortar sus previsiones para el país.
Precisó que este año, el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano alcanzará una tasa de crecimiento de 2.3%; cifra que representa un deterioro importante frente al pronóstico de 3.3%, que había pronosticado en diciembre pasado.
Mientras que para 2023, el desempeño de la economía mexicana apenas llegará a 2.6% del PIB; que apenas cubre el desarrollo promedio mostrado por México durante las últimas tres décadas.
