El gobierno de Quintana Roo, encabezado por Carlos Joaquín, busca heredar una deuda de 85 millones de pesos a la próxima administración.
Para ello, el Ejecutivo envió una iniciativa al Congreso local para que los diputado avalen que la Secretaría de Finanzas ratifique y modifique el Convenio de Incorporación Voluntaria al Régimen del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), lo que le permitiría refinanciar la deuda, misma que tendría que ser liquidada en los próximos años.
A decir del diputado local José de la Peña Ruiz, la administración de Carlos Joaquín no pudo solventar estos 85 millones de pesos por concepto de retenciones hechas a los trabajadores que no fueron aportados en tiempo y forma al ISSSTE.
De igual forma, precisó que el Poder Legislativo y Ejecutivo no tienen la capacidad de ser el aval de esta deuda, por lo que se tendría que buscar otro mecanismo.
Se trata, dijo, de pagos correspondientes a bimestres de 2016, en la administración de Roberto Borge, por concepto de cuotas obrero-patronales de la burocracia que sumaron varios millones de pesos.
Al inicio de la presente administración, esta deuda era de 917.5 millones de pesos y se fue bajando, pero ahora parte de ella se heredará al próximo gobierno.