Las autoridades federales de Estados Unidos anunciaron el miércoles un amplio proceso judicial con el fin de desmantelar la Mafia Mexicana, una organización delictiva que controla pandillas callejeras en el sur de California.
Según el expediente revelado en el tribunal federal de distrito, fueron procesados tres miembros y 28 asociados de la agrupación en relación con dos asesinatos, seis intentos de asesinato, extorsiones y narcotráfico en el condado de Orange.
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“La Mafia Mexicana está acusada de acechar a las comunidades vulnerables mediante el terror, la violencia y la intimidación”, declaró el subsecretario de Justicia, Kenneth Polite Jr.
Veintiún de los acusados ya estaban detenidos y otros nueve fueron arrestados en los últimos dos días. Uno sigue prófugo.
El expediente de 106 páginas acusa a miembros del grupo de violar una ley federal contra la extorsión de la mafia y otras organizaciones delictivas, de cometer actos violentos para facilitar el narcotráfico, el tráfico de metanfetaminas y heroína y de posesión ilegal de armas.
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La Mafia Mexicana está formada por cabecillas de diversas pandillas callejeras y opera mayormente desde el interior de las cárceles y prisiones de California. Los capos ordenan a sus subalternos cobrar un “impuesto” por tráfico de drogas o matar a quienes se les oponen o resisten.
Durante décadas, Peter Ojeda era el cabecilla de la Mafia Mexicana en Orange, dirigiendo las operaciones desde atrás de las rejas. Tras su muerte en 2018, por lo menos tres hombres llenaron el vacío, dicen fiscales.
La Mafia Mexicana empezó en la década de 1950 en un centro de detención juvenil y creció hasta convertirse en una organización criminal internacional para el contrabando, el tráfico de drogas y extorsiones en el sistema penitenciario de California, el más grande de Estados Unidos.
