El presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto que prohíbe la circulación y comercialización de productos de tabaco, conocidos popularmente como vapeadores y cigarrillos electrónicos, por sus graves daños a la salud.
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Ante ello, Roberto Allan Sussman Livovsky, director de Pro Vapeo México A.C, tachó la medida como desproporcionada y sin argumentos reales, por lo que hizo un llamado para realizar mesas de trabajo con el gobierno federal y reconsiderar la medida.
Legislar no cambiará la realidad del fumador mientras se insista en ofrecer únicamente los métodos tradicionales para dejar de fumar que no han funcionado a nivel poblacional.
— Aseguró el académico.
Sussman Livovsky precisó que las autoridades del gobierno federal no ofrecen alternativas reales para abatir este problema a nivel nacional, “los fumadores pueden adquirir chicles y parches de nicotina cuyo costo por uso durante las 6 semanas de tratamiento es del orden de 4 mil pesos, además de que son poco eficaces y no es fácil conseguirlos”, resaltó.
La sustitución del cigarro de tabaco por productos no combustibles puede ser una opción más práctica y económica para millones de fumadores, ya que les mantiene el ritual de fumar disminuyendo enormemente los riesgos y la ansiedad de la abstinencia de nicotina, no requiere fármacos caros, ni modificar sus horarios o hábitos para acudir a hospitales o clínicas lejos de su domicilio.
— Sentenció el especialista.
Por ello, consideró que la prohibición de estos productos criminaliza y deja desamparados a por lo menos un millón de personas que ya los consumen, “la inmensa mayoría adultos exfumadores o fumadores que han experimentado beneficios a su salud”.