Toda una vida en el mundo del narcotráfico y jamás capturado, son dos hechos que marcan a Ismael “El Mayo” Zambada, el legendario capo de la droga que a sus 75 años nunca ha estado preso y por quien Estados Unidos triplicó de cinco a 15 millones de dólares la recompensa que lleve a su captura.
Esta semana volvió a recordarse su nombre debido a la muerte de Paco Stanley, tras circular un clip de la serie “El Show: Crónica de un Asesinato”, donde el conductor leyó una “supuesta advertencia” que se coló entre los saludos del programa.
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Con más de 50 años dedicándose a la venta de estupefacientes, “El Mayo”, de quien se dice es el verdadero líder del cártel de Sinaloa hay pocos datos y muchas menos imágenes, aunque dos son las más populares.
Una es de la ficha de búsqueda de la DEA (Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos) donde se aprecia menor de 45 años; y una segunda que arrojó más datos, cuando en 2010 lo entrevistó el periodista Julio Scherer para la revista Proceso.
De gorra negra, con pantalón de mezclilla, cinturón y playera deportiva de color gris, Ismael Zambada García posa con un fondo árido, pisando la tierra y tan sólo un par de ramas y arbustos detrás, justo como es el monte, lugar donde dijo vivir en compañía de sus mujeres, así como nietos y un bisnieto.
“Ellas, las seis, están aquí, en los ranchos, hijas del monte, como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra”, aseguró al director del semanario.
Incluso, en la famosa serie de Netflix “Narcos: México”, su rol es un tanto secundario y se le presenta más como el compadre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, un vínculo que es real fuera de la pantalla de ambos sinaloenses.
En su larga trayectoria delincuencial, cita el diario El País, “ha visto a todos sus socios caer”, incluso a su propio hijo Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”, a quien aprehendieron en marzo de 2009 junto a cinco guardaespaldas en El Pedregal, al sur de Ciudad de México.
El destino de los narcos contemporáneos de “El Mayo” fue, con los de Tijuana, los Arellano Félix, muertos o en prisión; el de Juárez, Amado Carrillo Fuentes alias “El señor de los cielos”, fallecido durante una cirugía estética; el de Sinaloa, “El Chapo”, su compadre, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
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Al entrar a la página de internet de la DEA, se muestra la ficha donde lo acusan por los delitos de conspiración para poseer e importar sustancias controladas, como cocaína y marihuana, lavado de dinero del narcotráfico, trasiego de armas, promoción de empresas delictivas, y ayuda e instigación de crímenes violentos en apoyo de actividades de extorsión y complicidad, así como de asesinato en un país extranjero y secuestro.
Con información de Proceso, BBC de Londres, El País y La Silla Rota.
