Durante estos días, ¿has escuchado esos agudos maullidos que parecen llantos de bebé? No, no son los vecinos maltratando a sus hijos ni un nuevo canal de televisión. Son nuestros felinos amigos, que con la llegada de agosto entran en su temporada de apareamiento.
Pero atención, amantes de los felinos, quienes justamente este 8 de agosto celebran el Día Internacional del Gato, pues en esta época también aumenta el riesgo de contagio de una enfermedad viral que debilita su sistema inmunológico, similar al SIDA en humanos.
¿Cómo podemos proteger a nuestros mininos del sida felino?
Según el veterinario Sebastián Jiménez, los gatos prefieren los meses más cálidos y con mayor exposición al sol para reproducirse. La luz influye en una glándula en su cerebro que activa el instinto de apareamiento.
Es por eso que durante agosto escuchamos esos intensos maullidos, tanto de machos como de hembras, que buscan pareja y defienden su territorio.
Estos fuertes maullidos a menudo desencadenan peleas entre los gatos, ya sea para conquistar a una hembra o para marcar su territorio.
Lamentablemente, estas peleas no solo generan ruido, sino también aumentan el riesgo de contagio de enfermedades como el Virus de Inmunodeficiencia Felina (VIF), conocido como el “SIDA” de los gatos.
El VIF es un virus que ataca el sistema inmunológico de los gatos, debilitándolos y haciéndolos más susceptibles a otras enfermedades.
Jiménez explica que el VIF se transmite principalmente a través de la saliva durante las peleas, lo que dificulta que el gato combata otras infecciones.

¿Cómo se contagia el VIF?
El especialista aclara que las peleas de gato propician el contagio, cuando los gatos se muerden y se transmiten el virus a través de la saliva.
También puede ocurrir cuando varios gatos comparten el mismo plato de comida.
De acuerdo con Jiménez, para prevenir el contagio del VIF, la mejor opción es esterilizar a nuestros gatos. Esto reduce significativamente su deseo de deambular y pelear.
Si no puedes esterilizar a tu gato, al menos mantenlo en un lugar seguro para evitar que se exponga a otros gatos.
“No pasa nada si el gato o gata no se cruza”
Y por último, asegúrate de que cada gato tenga su propio plato de comida para evitar la transmisión del virus.
Una buena noticia es que el VIF no se transmite a los humanos, así que puedes disfrutar de la compañía de tu gato sin preocupaciones.