En Ucrania, las próximas conversaciones entre Trump y Putin en Alaska son, naturalmente, el tema principal. ¿Cómo evalúan los expertos y políticos las consecuencias de los posibles acuerdos entre Washington y Moscú?"Cualquier decisión contra nosotros, cualquier decisión sin Ucrania, es una decisión contra la paz. No logrará nada”, declaró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un discurso por video, inmediatamente después del anuncio de la reunión prevista entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, en el estado estadounidense de Alaska, el 15 de agosto.
Esta actitud también prevalece en la sociedad ucraniana, según una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) de finales de julio y principios de agosto. "Los ucranianos siguen abiertos a la negociación y a la toma de decisiones difíciles. Sin embargo, la gran mayoría sigue rechazando los llamamientos a la capitulación”, comenta a DW Anton Hrushetskyi, del KIIS.
Según la encuesta, el 76 por ciento de los ucranianos rechaza rotundamente el "plan de paz" ruso y las concesiones al agresor. Al mismo tiempo, el 49 por ciento se opone a un plan de paz estadounidense, que ofrecería garantías de seguridad a Ucrania por parte de los países europeos, pero no de Estados Unidos, reconocería a Crimea como parte de la Federación Rusa, mantendría el control ruso sobre los territorios ocupados y levantaría las sanciones contra Rusia.
Implementación cuestionable
En Ucrania, no se descarta que las negociaciones en Alaska sin la participación de Kiev y de representantes europeos puedan conducir efectivamente a la capitulación de Ucrania.
"Los rusos nunca han cambiado su postura negociadora y no lo harán a menos que sufran graves derrotas militares y políticas”, dice a DW Volodimir Horbach, del Instituto Ucraniano para la Transformación de Eurasia del Norte (INET). El mero hecho de que Trump esté dialogando con Putin sin presionar primero a Rusia demuestra, según Horbach, que este enfoque está condenado al fracaso. "Los rusos insistirán en su postura y querrán intercambiar un alto el fuego por una capitulación de facto de Ucrania; es decir, por el cumplimiento de las exigencias rusas. Hablar de concesiones es muy ingenuo”, subraya el experto a DW.
A juicio de Horbach, hay una "tendencia alarmante” en la medida en que Trump "finalmente legaliza al criminal de guerra ruso Putin, lo cual es inaceptable tanto para Ucrania como para Europa", afirma el politólogo. "No veo ninguna posibilidad de implementar ningún resultado real y práctico de estas negociaciones en el contexto de la guerra entre Ucrania y Rusia. Las propuestas que Putin pueda hacer no satisfarán ni a Ucrania ni a la Unión Europea. Trump tendrá que maniobrar. No podrá obligar a Ucrania ni a sus socios europeos a aceptar las condiciones de Putin", concluye Horbach.
Dmytro Lewus, director del centro de investigación Meridiano de Ucrania, recuerda que Ucrania ya se encontraba en una situación similar en marzo de 2025. En aquel entonces, Donald Trump creía que la guerra podría terminar rápidamente mediante negociaciones con Rusia y forzando un acuerdo de paz mediante la rendición de Ucrania. La realidad ha demostrado que es imposible levantar sanciones contra Rusia, ya que la mayoría de ellas fueron impuestas por los europeos, afirma el experto.
El experto cree que, tras este encuentro, EE. UU. y Rusia tendrán que enfrentarse a la realidad, ya que las fuerzas ucranianas defienden a su país, y los socios europeos de Kiev no estarán dispuestos a aceptar incondicionalmente los acuerdos entre Trump y Putin. "La postura de Ucrania, tal como la expresó Zelenski, es clara y correcta: ceder territorio es constitucionalmente imposible. Por lo tanto, no espero nada trascendental de la reunión en Alaska", declara Lewus a DW.
Escepticismo entre políticos ucranianos
Para Iryna Herashchenko, colíder del opositor Partido de la Solidaridad Europea, el encuentro en Alaska es una prueba para todo el sistema de seguridad internacional. Si Rusia, el agresor, explica, encima es premiado por su ataque, por la anexión y por crímenes de guerra, eso sería una señal para toda la comunidad internacional de que la violencia y la venganza pueden quedar impunes. El reconocimiento de la ocupación rusa es una línea roja, subraya, que no se debe traspasar.
"Eso allanaría el camino para nuevas guerras, no solo en nuestra región. Por eso, todas las negociaciones deben realizarse con la participación de Ucrania y la Unión Europea, con estrictas garantías de seguridad, vigilancia internacional y disposiciones para imponer sanciones", dijo Herashchenko en Telegram. "Cualquier otra medida no significaría el fin de la guerra, sino solo el comienzo de una nueva”.
Por su parte, Danylo Hetmanzev, diputado del partido ucraniano gobernante, Servidor del Pueblo, ve la reunión entre Putin y Trump de manera positiva. Cree que por fin se evidenciará la posición del lado ruso. "Si en el encuentro hay otra vez un intento de ‘maniobras diplomáticas' en lugar de negociaciones productivas, esto terminará probablemente con la imposición de duras sanciones por parte de Estados Unidos, también contra los aliados de Rusia, que entonces pagarán su parte por apoyar la agresión, lo cual no les gustará”, escribe Hetmanzev en Telegram.
¿Aumentará la presión sobre Ucrania?
Al mismo tiempo, los expertos ucranianos no descartan que, tras la reunión de Trump con Putin, Estados Unidos vuelva a intentar chantajear a Ucrania y presionarla para que acepte condiciones que son inaceptables para Kiev.
Oleksandr Krayev, experto del think tank Prisma Ucraniano y profesor de la Academia Mohyla de Kiev, también cree que Trump podría amenazar con frenar el suministro de armas. "Pero los envíos ya son esporádicos y no sistemáticos. Esto no será una terapia de choque tan drástica como lo fue cuando Trump anunció eso por primera vez", enfatiza Krayev ante DW.
"Conversaciones por el simple hecho de conversar". Ese, según él, será el verdadero resultado de la reunión en Alaska, ya que ninguna de las partes tiene actualmente una idea clara de cómo terminar la guerra. "Podría haber una declaración conjunta sobre la continuación de las conversaciones, pero eso es todo", concluye Krayev.
(cp/ms)