Decir adiós a una propiedad no es una decisión sencilla, ya sea por una herencia, interés en un segundo inmueble sin ocupar o el deseo de mejorar la calidad de vida; vender tu casa o departamento puede resultar tanto gratificante como frustrante.
No sólo es necesario dejar atrás la carga emocional que representa por la historia familiar o los recuerdos, a ello se suma el conocer el largo proceso de venta que implica el mercado inmobiliario de México.
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Si estás en este proceso y no sabes cómo lograr una venta rápida, los especialistas de Acasa, empresa de tecnología inmobiliaria y financiera, expertos en el modelo “compra antes de vender”; comparten una lista de los errores más comunes que debes evitar para alcanzar tu meta:
Urgencia por vender
Se dice que entre más rápido vendes resulta mejor, pero la prisa no debe llevarte a una situación de vulnerabilidad donde estés dispuesto a aceptar ofertas muy por debajo del valor de tu propiedad.
No contar con la ayuda de un profesional
Al conocer el mercado de bienes raíces los agentes inmobiliarios pueden apoyarte en la negociación, dudas sobre cada trámite, a establecer un precio justo por tu propiedad y a discriminar las mejores opciones de entre todos los postores.
Precio incongruente
El precio es un factor determinante, es importante no sobrevalorar ni subestimar la propiedad, esto pasa también cuando nos apegamos a la parte sentimental. Aunque no existe una fórmula matemática exacta, algunos factores que deben tomarse en cuenta para calcular el valor real son: extensión (m2 de terreno y/o construcción), conservación, antigüedad y ubicación, entre otros.
No tener la propiedad preparada
Lo ideal es que al momento de poner en venta tu inmueble, éste ya se encuentre libre de cosas personales. La técnica más conocida para acelerar el proceso es recrear “una puesta en escena” que permita al prospecto visualizar el potencial del lugar. Si no está dentro de tus posibilidades, basta con mantenerla limpia, ordenada y ventilada.
Escatimar o descuidar las fotos
Las imágenes son el primer acercamiento con el posible comprador. Brindar fotografías de buena calidad te permite mostrar los mejores espacios de tu propiedad, desde los lugares más luminosos, hasta las principales características como: servicios, accesos, tamaño real de las habitaciones o mayor número de detalles.
“¿Cuántas veces en la vida vendemos un departamento? Hemos visto que al agilizar los pasos, facilitar que una persona se mude a su nuevo hogar mientras se vende el actual, proveer de asesoría para traer luz al proceso, no sólo acorta el tiempo de venta, también disminuye casi a cero el estrés y ansiedad que genera esta transacción”
— Eduardo Restrepo, Cofundador de Acasa.
Ocultar problemas o desperfectos de importancia
Ocultar averías al realizar publicaciones por medio de plataformas o redes sociales es fácil; sin embargo, tarde o temprano llegará el momento de concertar una visita para mostrar tu espacio y el interesado notará aquello que parecía imperceptible. Esto generará desinterés, un mal comentario e incluso desconfianza en tu oferta.
Alquilar tu casa o departamento mientras llega el comprador indicado
Los inquilinos no siempre estarán de acuerdo con las visitas para mostrar el inmueble. Coordinar días con horarios en que coincidan las tres partes (vendedor, inquilino y posible comprador) suele ser complicado.
El arrendatario no tiene la obligación de mantener el inmueble preparado para ser visitado. El exceso de gente durante una visita de muestra puede resultar incómodo y con sensación de premura para el visitante, quien no se sentirá con la libertad de ver, valorar y puntualizar en detalles o dudas.
Creer que el papeleo no cuesta
No se trata de poner sólo un anuncio y deshacerse de la propiedad, vender un inmueble implica trámites legales, preparar la documentación requerida, tener al día los pagos de servicios y mantenimiento, acudir a la notaría y realizar la inscripción en el Registro de la Propiedad y el Comercio. El papeleo cuesta, y cuesta mucho, no sólo dinero, también tiempo.
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