El 2023 inició crítico en materia de calidad del aire. En las primeras semanas de este año ya se han presentado ocho precontingencias atmosféricas y dos contingencias fase 1. Sin embargo, cada que se decreta una de estas emergencias y a pesar de que existe un protocolo, quedan dudas sobre quiénes son los responsables de aplicar dichas medidas para reducir los contaminantes.
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La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) defendió su actuación en estos episodios de mala calidad del aire y afirma que cada autoridad tiene bien definido qué se debe hacer. Publimetro entrevistó a la directora de Gestión de la Calidad del Aire, Estefany López Murillo, y explicó que incluso se logró la coordinación con el sector privado para que actúen en caso de contingencia o precontingencia.
¿Cómo se definen las actividades de cada ente en caso de una emergencia atmosférica?
—Tenemos en Jalisco el Plan de respuesta para emergencias y contingencias atmosféricas. Justamente este protocolo de actuación incluye a dependencias gubernamentales y entes privados, que tengan una fuente fija de contaminantes. Por ejemplo, sobre las industrias, explica la cantidad y tipo de acciones que deben de realizar (en caso de contingencia).
Este protocolo aplica tanto para autoridades estatales, federales y municipales y también establece cómo se activa cada uno de estos eventos.
Si hablamos de una precontingencia, este protocolo dice en qué niveles y durante cuántas horas, en cuántos puntos; si es sólo en una estación, si es en el área metropolitana; también establece, a partir de las variables, cuándo y cómo establecemos la contingencia fase 1, fase 2 o fase 3.
En este sentido, también está el Protocolo de Comunicación establecido en este plan. La Secretaría de Medio Ambiente, también a través de nuestra Dirección de Gestión de Calidad del Aire, llevamos a cabo el monitoreo de la calidad del aire, se ubican estas concentraciones que estén dentro de los límites establecidos del protocolo de Plan Invernal o del Programa de Contingencia. Este segundo que les menciono es también otro protocolo que se activa justamente para la temporada de invierno, que es cuando tenemos más contingencias por partículas.
Esta comunicación se establece de la Secretaría de Medio Ambiente hacia las dependencias y de ahí, derivado de las atribuciones que tenga cada uno, se ataca la reducción de contaminantes y según las atribuciones que cada quien tenga.
Por ejemplo, la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente, previo a la temporada más crítica de invierno, hace vinculación de información con nosotros. Notifican a diferentes industrias, por ejemplo, de la zona de Miravalle y hasta Las Pintas, que es donde tenemos la mayor presencia de altos índices de contaminación. Van a avisar a las empresas de la activación de sus protocolos internos.
¿Cuáles son las obligaciones de estas empresas?
—Cada industria está obligada, a través de la presentación de su cédula de operación anual, a mantener actualizado su plan de contingencia atmosférica interno. Todo esto deriva de lo establecido en el Plan Estatal de Respuestas a Emergencias y Contingencias Atmosféricas, ahí dice qué acciones hay para cada uno y esto en lo relacionado con las industrias.
Hay acciones definidas para el tráfico, donde interviene la Policía Vial. Una vez que tenemos una contingencia fase 1, la Policía Vial, por protocolo está definido que debe apoyar para agilizar el tráfico en algunos de los cruceros conflictivos.
Hay actividades para los municipios, que tienen competencia en decomiso de pirotecnia en tianguis o en cruceros. Tienen también actividades de supervisión con ladrilleras al ser el área que otorga los permisos de actividad. Ellos también establecen sus criterios de operación escalonada de ladrilleras, para que no estén todos al mismo tiempo utilizando el fuego para quemar sus adobes.
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A través de estos protocolos internos que derivan del protocolo estatal, se establece cuándo y en qué momento pueden realizarse quemas agrícolas por zonas dentro del municipio.
El protocolo invernal también establece una veda en la actividad de quema de ladrillo durante los 15 días previos a las festividades navideñas y las festividades de Año Nuevo, que es cuando incrementa la contaminación.
En este mismo protocolo se establecen apoyos económicos a este sector a través del sistema DIF Jalisco, así como vigilancia por parte de los municipios. Hay ese acercamiento del municipio con los ladrilleros para realizar un levantamiento de cuántos y cuántas familias reciben algún tipo de apoyo.
Entonces sí se establecen estos protocolos y al final del día también la ejecución de actividades.
Las estaciones de monitoreo últimamente han presentado fallas, ¿cómo va este plan de renovar los equipamientos?
—Sí, hay un plan de renovación. Pensemos que al final del día las estaciones de monitoreo son una caseta, un espacio físico en cuyo interior tendremos diferentes equipos que realizarán el monitoreo. No propiamente hay que hacer una renovación de todas las casetas, pues solamente es un espacio físico, sino que se le da mantenimiento a cada uno de los equipos que estarán dentro de este espacio y actualmente hay una red para 10 puntos de monitoreo en la ciudad.
Se tiene planeada una renovación desde hace un par de años. La pandemia del Covid-19 nos afectó, no sólo en al área de calidad del aire, en sino muchas dependencias y tuvimos que ir recorriendo estos proyectos.
En este 2023 se tiene todo un proyecto definido. Estamos en ese proceso con el Fondo Ambiental, que es un fondo que se alimenta del recurso generado por las verificaciones vehiculares.
Hubo poca participación en el programa de verificación en otros años, entonces, pensando ahora que tendremos más acceso a recursos, hablamos de la renovación de algunos equipos.
Hay equipos que operan muy bien. Creemos que la vida útil de cada equipo, para los casos de partículas en medición, es de 10 a 15 años aproximadamente. Muchos de estos equipos todavía están en buenas condiciones, muchos otros hay que hacer un reemplazo total.
Son procesos que no podemos tener de la noche a la mañana. Si el día de mañana sale la asignación de recursos, los equipos cuentan con tecnología que no siempre está disponible en el país. Mejorar la red de monitoreo será un proceso que seguramente llevará algunos meses.
¿Hay una estimación del monto que se requeriría?; ¿sería conservar las 10 estaciones de monitoreo o ampliarlas?
—La idea es hacerlas. La renovación es una parte del proyecto. Dependemos que de la participación en el programa de verificación vehicular, pues es nuestro principal acceso al Fondo Ambiental. En esta renovación, adicionalmente, trabajamos en otros proyectos como la Modelación y Predicción de Calidad del Aire, que nos permite ampliar la red de análisis que tenemos.
Se tiene también planeada una ampliación. No podría decir con toda seguridad que eso ocurra este año, pues dependemos de qué tanto recurso llegue.
Los equipos de monitoreo que cumplen con la normatividad nacional, tanto para el método de medición, como comparación y cálculo de los índices nacionales, son equipos costosos tanto en su adquisición como en mantenimiento y operación.
Tenemos una inversión que va de los 20 a los 30 millones de pesos iniciales y posteriormente una ampliación requeriría un recurso mayor.
Una estación de monitoreo, por ejemplo, completamente equipada, promedia entre los nueve y los 10 millones de pesos. Es lo que tenemos proyectado, sobre todo para Tonalá, Zapopan y parte de Tlajomulco, que sabemos han crecido mucho.
Hacemos uso de todas las herramientas tecnológicas para no dejar ningún punto de la ciudad sin análisis y compartir información con todos los tomadores de decisiones.