Volvo decide no incorporar motorizaciones a diésel en el vehículo sedán que presentará en algunas semanas. Y luego que este tipo de carburante fuera un must dentro del portafolio de la marca. El diésel no está creciendo en Europa, tampoco en China y qué decir en Estados Unidos.
Volvo ya lo anunciaba con base en sus propuestas de electrificación a partir de 2019. En donde la promesa fue contar con todo su portafolio en oferta de mild hybrid, híbridos enchufables o totalmente eléctricos. A esto sumamos la estrategia anunciada hace apenas un mes, en donde Volvo menciona que el 50 por ciento de sus ventas para 2025 serán de vehículos totalmente eléctricos.
El compromiso de la marca será enfocarse en un futuro eléctrico. Tal y como lo comenta su Presidente y Director Ejecutivo Hakan Samuelsson.

Nuestro futuro es eléctrico, y no volveremos a desarrollar una nueva generación de motores diésel. Llegaremos a este objetivo teniendo automóviles con solo un motor de combustión interna, y ofreciendo versiones híbridas de gasolina como una opción de transición a medida que avanzamos hacia la electrificación completa. El nuevo S60 representa el siguiente paso en ese compromiso.
S60 será el primero
Si bien de arranque contaremos con las motorizaciones conocidas en Drive-E como T5 y T6. Es decir: 4 cilindros turbo y turbo-supercagardo. Más adelante habrá un par de opciones híbridas enchufables y, en el futuro, Mild Hybrids para el año próximo.