Diana Bracho ha dado clases magistrales de actuación en la telenovela ¿Qué le pasa a mi familia?, producida por Juan Osorio. Cada noche, más de 3 millones de espectadores registra esta historia en el canal de Las Estrellas, siendo una de las preferidas de los televidentes hispanos.
En el episodio 73 de la telenovela, ocurrió uno de los momentos más emotivos de toda la historia: la boda de Luz y Jesús. Ambos son la prueba de que el amor puede llegar en cualquier etapa de la vida, no solo en la juventud. Y en pleno ocaso, los personajes de Diana Bracho y César Évora se encontraron para amarse hasta el final.
Diana Bracho da clase de estilo con vestido azul de seda en ¿Qué le pasa a mi familia?
Aunque a los hijos de Luz les parece precipitada esta boda, pues hay una razón de peso para vivir de prisa este momento: Luz está muy enferma, fue diagnosticada con cáncer de páncreas y está a pocos meses de morir, y quiere vivir al máximo el amor que siente por Jesús y también el amor que siente por sus hijos, aunque éstos no sepan que ella está enferma.
La ceremonia en ¿Qué le pasa a mi familia? fue hermosa. Luz estuvo acompañada del amor y el apoyo de su hija Regina: «Que su amor sea infinito, eterno e indestructible», dijo. «Que continúen aliados para que defiendan su amor en los momentos buenos y también en los malos. Que su matrimonio sea estable, fuerte y que dure para toda la vida», agregó el personaje de Lalo.
Diana Bracho deslumbró en esta escena con un magnífico maxi vestido de seda azul con mangas bombacha, demostrado que una mujer a sus 76 años puede brillar enormemente con su belleza y elegancia.
Mariano se entera de la enfermedad que tiene su mamá
De toda la familia, Mariano es el primero que descubre el gran secreto de su mamá. Su enfermedad. Y al encontrarse con los medicamentos que Luz estaba tomando, fue directamente a interrogar a su médico sobre su estado de salud. «Hace tiempo usted atendió a mi mamá, la señora Luz Torres. Quiero ver el expediente. Necesito toda la información sobre el estado de mi madre», le rogó.
Ante eso, el médico enfatizó en que Luz nunca había querido avisarle a sus hijos de su diagnóstico: «Su madre no quiso que le avisara a nadie».
Aún así, Mariano insistió en ver todos los exámenes que le habían practicado a su madre, para evaluar su estado y hacer todo lo posible para salvarla, siendo médico oncólogo. Fue así como el médico de Luz accedió a darle su expediente a su hijo. Mariano, entre lágrimas, descubrió la gravedad del estado de Luz.
Pero lejos de quedarse en el lamento, tomó la decisión de hacer lo que tanto se había negado: asistió a la boda de su mamá con Jesús, dándole la mayor alegría posible. Incluso la invitó a bailar, frente la cara de sorpresa de toda la familia, ya que Mariano siempre se ha mostrado con un hombre duro, tosco y de fríos sentimientos.
Esta fue una de las escenas más hermosas del episodio, confirmando que el amor siempre puede transformar los corazones de hasta las personas más duras y resentidas.
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