El boxeador mexicano Leo Santa Cruz conquistó su cuarto título en diferente división tras proclamarse supercampeón Superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), al derrotar por decisión unánime a su compatriota Miguel Flores.
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El «Terremoto» Santa Cruz se quedó con el triunfo luego de 12 rounds para imponerse en las tarjetas por 115-112, 117-110 y 117-110, en la pelea coestelar de la función que se realizó en la MGM Grand Arena de Las Vegas.
Con este resultado, Leo se convirtió en el quinto mexicano en ganar cuatro cetros del orbe en distinta división, él en los pesos Gallo, Supergallo, Pluma y Superpluma.
Los otros pugilistas que lo hicieron son Erik «Terrible» Morales, Juan Manuel Márquez, Jorge «Travieso» Arce y el 2 de noviembre Saúl «Canelo» Álvarez.
Con dominio en la primera parte de la pelea, Leo se encontró con un rival que opuso resistencia por momentos y que mejoró con el paso de los rounds; en el octavo asalto Flores fue penalizado con un punto y en el décimo provocó un corte cerca del ojo izquierdo de Leo tras un cabezazo accidental.
Al final no le alcanzó a Flores, mientras que Leo sumó un triunfo más y otro título a su vitrina para unirse a una selecta lista de mexicanos.
Al término de la pelea Leo Santa Cruz reconoció que no fue su mejor actuación, por lo que tendrá que prepararse mucho mejor en busca de rivales como Gary Russell Jr. o Gervonta Davis, en espera de mantenerse en las 130 libras.
Con este resultado, el «Terremoto» mejoró su récord profesional a 37-1-1, 19 por la vía del nocaut, mientras que Flores se quedó con 24-3, 12 antes del límite.
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En la pelea estelar un solo golpe fue suficiente para que el estadunidense Deontay Wilder noqueara en el séptimo round al cubano Luis Ortiz y lograra la décima defensa del título de peso completo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Una brutal derecha de Wilder acabó con la pelea a los 2:51 minutos del séptimo asalto.
Desde su guardia zurda el “King Kong” Ortiz hizo una pelea inteligente e incluso era mejor que el campeón. Fue el cubano quien soltó los golpes más peligrosos, algunos que se impactaron en Wilder, quien fue paciente.
Un choque de cabezas accidental en el primer rollo provocó un ligero corte en Ortiz, quien era el más peligroso en el ring, aunque solo provocó a Wilder, quien se pegaba en el pecho para darse ánimos.
Cuando más complicada parecía la pelea para el estadunidense y que había sido dominado en el séptimo rollo, incluso lo habían conectado de manera peligrosa, una letal derecha al rostro de Ortiz fue suficiente para mandarlo a la lona.
El réferi comenzó la cuenta de protección y aunque Ortiz se puso de pie, estaba visiblemente afectado y ahí se terminó la pelea para que se consumara el triunfo del norteamericano.
Al término de la batalla, Wilder reconoció la calidad y peligrosidad del cubano, por lo cual “tuve que moverme y ser calculador, soy inteligente en el ring y al final pude conectar mi mejor golpe”.
En espera de su próxima pelea, que sería a finales de febrero con Tyson Fury, Wilder dejó en claro que su objetivo es unificar todos los cinturones, pues “esta división es pequeña para tantos campeones y yo soy el ideal para tenerlos todos”.
Wilder, quien suma 10 defensas del cetro mundial, mejoró su récord a 42-0-1, 41 por la vía del nocaut, mientras que el cubano se quedó con marca de 31-2, 26 antes del límite.
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