Apenas el lunes ocurrió el equinoccio de invierno, en esta época la Tierra está más cerca del sol, pero esto no significa que los días son más calurosos, como se pudiera pensar, sino que es la época de más bajas temperaturas en el hemisferio norte de nuestro planeta.
Los científicos estiman que la Tierra está aproximadamente a cinco 5 millones de kilómetros más cerca del sol a principios de enero que a principios de julio, esto siempre ocurre, es decir, cuando es invierno para la mitad del planeta.
Sin embargo, para que se sienta más o menos calor en nuestro planeta el elementos principal es la inclinación de la Tierra, el cual es es unos 23 grados, por lo que esto determina la forma en que los rayos del sol llegan a las naciones que están en invierno, pero tampoco hay que olvidar que deben atravesar la atmósfera y partículas de contaminación.
También, aunque en menor medida, influye que en el invierno hay menos tiempo de sol en comparación con el verano.
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Es decir, cuando los rayos del Sol llegan de manera más directa a un punto su energía se concentra en un área menor y concentra el calor en ese punto, no hay que olvidar que la energía que llega del sol a nuestro planeta es la misma en todo el año.
Pero debido a la inclinación de la Tierra y el punto en el que se cuenta con el Sol, los rayos de ese astro llegan de manera inclinada y no directa, esto hace que la energía se concentre en un área más grande y caliente menos.
Es similar a comparar el momento en el que sale el sol por la mañana y que calienta poco debido a su posición, pero conforme avanza el día y se encuentra sobre nuestras cabezas hace más calor porque la energía se concentra en un área menor.
Además, durante esta época del año hay diferentes fenómenos naturales, como frentes fríos y más, la sensación térmica es menor.
