El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que el padre Mateo Calvillo de la arquidiócesis de Morelia no ha presentado la denuncia formal por la agresión que sufrió el pasado 3 de julio en Queréndaro, y agregó que existen indicios de que la agresión de la que fue víctima fue por un incidente de tránsito.
Ramírez Bedolla explicó que la Fiscalía General del Estado (FGE) abrió una carpeta de investigación por fuentes abiertas, debido a que el caso fue retomado por distintos medios a nivel nacional; no obstante, llamó al sacerdote a denunciar de manera formal. “Es un tema que se hizo mediático a nivel nacional y no se ha presentado la denuncia formal, yo invitaría al padre Mateo Calvillo a que presente la denuncia”, señaló.
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Atropelló a un perro, asegura
El mandatario estatal refirió que de acuerdo con la versión del padre, él circulaba por la zona oriente de Queréndaro cuando fue víctima de la agresión por una persona a la que el propio Calvillo señaló como “sicario”.
Sin embargo, el gobernador afirmó que existen indicios que vinculan la agresión con un incidente de tránsito. “Otros indicios señalan que hubo un incidente de tránsito, él iba manejando su vehículo y atropelló a un –dicen por ahí no sé si es correcto–, de las vacas, un semoviente, pero no fue una vaca, fue un perro”, explicó.
De acuerdo con el gobernador, la información ha caído a “cuentagotas”, pero indicó que el golpe que recibió el también director de la Comisión de Evangelización en Radio y Televisión para la Arquidiócesis de Morelia, fue a puño limpio y en reclamo por la muerte del animal.
“Esta persona al parecer se acercó a reclamarle del tema del animal atropellado, del perrito que atropellaron. No sabemos más allá de que la persona golpeó al padre, le dio un golpe en la nariz, sí tenemos también que el golpe es un golpe de puño, no es un golpe con arma. También confirmamos que no tiene fractura en la nariz”.
— Alfredo Ramírez Bedolla.
Por otra parte, Ramírez Bedolla lamentó la agresión y detalló que no hay indicios de quién fue el que la perpetró o de la existencia de armas en el evento. El Ejecutivo estatal desestimó la versión de que presuntos integrantes del crimen organizado estuvieran esperando al padre y resaltó la importancia de que se dé la denuncia.
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Asimismo, señaló que al hacerse mediático el caso hubo intención de “espejear” lo que ocurrió con Calvillo Paz, con los sacerdotes jesuitas asesinados el 20 de junio en Chihuahua, y adelantó que la FGE lo investiga “de urgencia”.
“La investigación se está llevando a cabo por parte de la fiscalía, le llaman investigación de urgencia o algo así, yo estoy en contacto permanente con el fiscal porque si es un tema que se hizo mediático de magnitudes nacionales y todo hace suponer que fue un incidente de tránsito, donde no hubo armas implicadas y sí hubo un perro atropellado”.
— Alfredo Ramírez Bedolla.
La versión del padre Mateo Calvillo Paz
El 4 de julio el caso del clérigo fue difundido en distintos medios a nivel nacional. Tras los hechos el sacerdote difundió un mensaje y una fotografía en la se ven las heridas que sufrió en la cara producto de los golpes que le infligió un sujeto el domingo 3 de julio.
De acuerdo con el mensaje que difundió Calvillo Paz, mientras viajaba en su automóvil por el municipio de Queréndaro, fue interceptado y golpeado por un presunto sicario que se acercó a agredirlo con pistola en mano, a quien describió como un tipo alto, fuerte y de tez morena.
“Las cosas sucedieron en tres minutos, fue un ataque profesional: me bloquearon el carro, me agredieron a golpes, el agresor debió ser un sicario”, señaló Calvillo en su mensaje, en el que también aclaró que intentó presentar una denuncia ante las autoridades en Queréndaro; no obstante, le dijeron que debía trasladarse al municipio de Zinapécuaro.
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