El panorama apara las niñas es más gris de lo que se esperaba en diversos sectores, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 6.1 % de la población femenina de ocho a 11 años no tenía habilidad de lectoescritura; hay 1.3 millones de niñas y adolescentes que realizan trabajo infantil o hasta cuatro de cada 100 adolescentes está o ha estado en unión conyugal.
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En el país se contabilizan 38.2 millones de niñas, niños y adolescentes menores de 18 años, revela el Censo de Población y Vivienda 2020, esto equivale a 30.4 % de la población total, esto lo informa el Inegi a propósito del Día Internacional de las Niñas, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas para este 11 de octubre.
Y aunque la educación es un derecho constitucional, la realidad es que no todas acuden a la escuela, pues de los 16 millones 023 mil 710 niñas y adolescentes en edad escolar (tres a 17 años), solo 84.2% asistió a la escuela.
Matrimonios de niñas aumentan el rezago en todos los sectores
Otra situación compleja que detona pobreza y rezago para las niñas tiene que ver con el matrimonio infantil y las uniones tempranas, principalmente porque aumenta las desigualdades de género, pobreza, abandono escolar, violencia y embarazo adolescente.
En particular, el Inegi contabiliza que de la población femenina adolescente, esto es de 12 a 17 años, 224 mil 454 se encuentran en una situación conyugal de unión (casadas o en unión libre), mientras que 21 mil 167 ya no mantienen la relación, pero reportan que lo estuvieron (están separadas, divorciadas o incluso viudas).
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Lo anterior implica que cuatro de cada 100 adolescentes en el país está o ha estado en unión conyugal, con los consecuentes efectos en su educación u ocupación, principalmente en las zonas rurales, donde esta situación alcanzó 31.2% antes de los 18 años y 6.0% antes de los 15 años.
Y así, los matrimonios adolescentes tienen como consecuencia casi inmediata una alta tasa de fecundidad, siendo Chiapas, Michoacán, Guerrero, Durango y Puebla los estados con las cifras más altas, todos ellos por arriba de 50%.
El cuestionario ampliado del Censo de Población y Vivienda 2020 revela que la tasa específica de fecundidad en las adolescentes fue de 42.96 nacidos vivos por cada mil mujeres de 15 a 19 años.
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De estas, las entidades con las tasas más bajas fueron Ciudad de México y Querétaro con 26.36 y 31.93 nacidos vivos por cada mil adolescentes respectivamente; mientras que en Chiapas llega a 64.83%; Michoacán, 55.29; Guerrero, 55.22; Durango, 55.03, y Puebla 53.01%.
Ese entorno de pobreza y bajo nivel educativo provoca que en el país, la tasa de ocupación de niñas y adolescentes de 5 a 17 años se encuentre en 9.2%, según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019.
Esto quiere decir que 1.3 millones de niñas y adolescentes del rango de edad mencionado realizan trabajo infantil, de las cuales 496 mil 025 (39.0%) realizaron ocupaciones no permitidas 690 mil 115 (54.2%) se emplearon en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, y 86 mil 051 (6.8%) llevaron a cabo ambas actividades, detalla el reporte.
Por ocupaciones no permitidas, el reporte se refiere a jornadas de trabajo con una duración de hasta 14 horas; al grado que 21.7% trabajó jornadas de más de 36 horas.
Y esto por muy pocos recursos, la mitad de las niñas y adolescentes (50.2%) percibió apenas un salario mínimo, 12.2 % más de uno y hasta dos salarios mínimos y 30.8% no recibió ingresos.
