Una imagen desoladora fue hallada recientemente en una propiedad rural situada en Azuaga, provincia de Badajoz, en el sur de España. Fueron encontrados muertos treinta y dos perros, quienes mostraban claros signos de desnutrición y abandono, luego de haber pasado meses sin recibir cuidados básicos.
Un descubrimiento impactante
El descubrimiento tuvo lugar la semana anterior, cuando un equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se dirigió al sitio después de recibir avisos acerca de la potencial existencia de animales en estado crítico.
Durante la revisión, que se llevó a cabo junto al propietario del terreno, los oficiales verificaron el desastre: multitud de cadáveres de perros esparcidos por toda la zona, varios sujetos con correas, otros encarcelados, y todos en un notable grado de descomposición.
Escena clara de abandono
Las fotos eran impactantes. Los perros presentaban señales de delgadez severa y evidentes muestras de que fallecieron por no recibir suficiente comida y agua.
El lugar no cumplía con los estándares básicos de limpieza o habitabilidad. Algunos de los animales continuaban sujetos con cadenas corroídas; otros estaban confinados en diminutos espacios sin flujo de aire adecuado.
Investigación abierta
El propietario de la propiedad, quien vive en el mismo municipio, está bajo investigación debido a un posible “delito de abandono animal”. Se le acusa de haber ignorado las necesidades esenciales de los perros, lo que aparentemente resultó en su muerte por falta de alimento.
Este incidente ha generado una gran indignación en las redes sociales, donde tanto activistas como organizaciones protectoras de animales demandan justicia y castigos severos. Asimismo, reaviva la discusión sobre la efectividad de las normativas de protección animal en España, particularmente en áreas rurales.