Una mujer iba conduciendo su Audi a 120 km/h en una zona de 50 km/h en Greenacre, suroeste de Sydney. Evidentemente, la policía tenía que levantar una infracción.
Sin embargo, la mujer de 25 años, de nombre Hannah Ayoub, decidió no detenerse. Con información de Daily Mail, la policía decidió arrestarla cuando ella cruzó una luz roja y cometió una serie de infracciones, como rebasar un vehículo en líneas ininterrumpidas.

Debido al tráfico pesado, la policía logró alcanzarla. Como ella se resistió a bajar del auto, los oficiales tuvieron que obligarla a salir.
Iba a hacerse la prueba del coronavirus
Una vez que la esposaron, la mujer alegó que iba a hacerse una prueba del Covid-19. Pero, lo peor vino después: decidió escupirle en la cara.
Después de ello, el policía le advirtió «no me escupas o te arrojaré al suelo». Ella alegó que deseaba hablar con su abogado.
Además, le exigió que la dejara ir. Sin embargo, como él no respondió, ella golpeó su cabeza contra la ventana.
Lo peor vino después. Aunque él trató de hacerla reflexionar con respecto al motivo de su detención, ella, además de decir que se dirigía al doctor, ¡le escupió por segunda vez!
Fue allí cuando el oficial tuvo que tomar una decisión determinante: arrojarla al suelo. El hombre que filmaba el incidente con el celular exclamó «no la toques».
Ya en el piso, la mujer continuó gritando:«No puedo esperar para demandarlo, perro».

¿En realidad estaba enferma?
El caso llegó al tribunal, y allí se expuso que la mujer está desempleada y que, supuestamente, su hermano padecía coronavirus.
Según The Daily Telegraph, su abogado alegó que ella tenía problemas psicológicos graves. Añadió que todo se dio en un entorno de estrés por la pandemia.
Sin embargo, la realidad es que ni ella padece coronavirus y a su hermano ni siquiera le han hecho la prueba.
Por esta razón, el fiscal consideró que el incidente fue cruel. Peor aún: ahora el oficial tendrá que permanecer dos semanas en su casa como medida de precaución.
¿La penalización? La mujer estará en libertad bajo fianza hasta que comparezca ante el tribunal. Esto incluye el no salir de casa de sus padres, una garantía monetaria y no conducir.
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