Usted, señora madre, no necesita capa para ser heroína. No necesita títulos para ser maestra de vida, ni necesita reconocimiento para seguir entregando lo mejor de sí cada día. Usted es, sin duda, una manifestación viva del poder más grande del universo: el poder femenino, el poder creativo, el poder de amar sin medida.
Hoy, 10 de mayo no sólo felicitamos a las mamis, sino, principalmente, tenemos tanto qué agradecerles con el corazón en la mano, por su presencia, su infinita fuerza, su paciencia y su entrega.
Las mamás, son ese equilibrio perfecto entre la firmeza que enseña y la ternura que consuela. Las mamis son también crecimiento y fomento de valores, compasión, la capacidad de soñar, el sentido del deber, el amor por lo bello, la alegría por las cosas simples.
Y lo más increíble de todo es que, muchas veces, ni ellas mismas se dan cuenta de todo lo que representan y son. Las madres son transmisoras naturales del amor y guías en acción de los valores más profundos, las que siembran lo invisible que es esencial para vivir.
Cuántas noches sin dormir, cuántos sacrificios silenciosos, cuántos “no importa” y “estoy bien” mientras su cuerpo y su alma pedían un descanso. Y aun así, siguen. Siempre siguen. Porque su motor no viene del ego, sino del corazón. Y el amor que nace de una madre es la energía más poderosa que hay.
Especialmente, hoy celebremos a las mamis que tienen hijitos que tienen padecimientos, que tienen capacidades especiales y diferentes, que les cuidan con todo el amor, que buscan médicos, alternativas, atenciones, que cargan, que soportan, que esperan largas filas en hospitales, que caminan con ellos para ofrecerles salud, atenciones, y una vida feliz. ¡Son heroínas de primer nivel en el Universo!
A ellas: GRACIAS por siempre y para siempre. Porque son portales de luz por cuyo medio seres increíbles pueden venir a la vida, y sentirse acompañados en su especial transición y aportación para esta Tierra.
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En especial a mi mami, Hilda, que ya está en su viaje de regreso a casa, después de la inmedible fuerza y bondad hecha persona, ese cobijo que trasciende el tiempo.
¡GRACIAS MAMI! Por eso hoy le rendimos honor a nuestras maravillosas madres que sostienen hogares, familias, sueños, con las manos, con la mente, con el corazón. Gracias, mamá, por ser fuerza creadora. Por mostrarnos que lo femenino no es debilidad, sino todo lo contrario, una fuente inagotable de vida, de sentido, de gracia.
Gracias por enseñarnos que el verdadero poder es el que construye, el que nutre, el que abraza, el que toca vidas con el amor incondicional. ¡Gracias por tanto, y por todo, mamás gigantes!