A la temporada de ozono le quedan 24 días, y 2022 ya es el segundo año con más contingencias

Restan aún 24 días de la temporada oficial de ozono, en los cuales prevalece la posibilidad de que se active de nuevo la contingencia atmosférica en el Valle de México, según explicó Sergio Zirath, director de Calidad del Aire de la Se­cretaría del Medio Ambien­te local (Sedema).

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El funcionario declaró recientemente que si persisten las condiciones at­mosféricas de mucho calor, poca nubosidad y poco viento, se favorece la generación del contaminante.

Hasta ahora se han registrado cuatro contingencias ambientales este año, con lo cual se igualan las ocurridas en 2019, sólo superadas por 2016, cuando se contabilizaron 10.

Si bien el ozono que se encuentra en la estratósfera es una protección que limita el ingreso de la radiación ultravioleta proveniente del Sol, cuando la molécula se concentra en la superficie terrestre es considerada un contaminante, explica la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).

Su presencia en el aire provoca efectos nocivos en la salud humana, las plantas y los animales, además de que contribuye al calentamiento global.

El ozono se forma en la atmósfera durante las horas de sol a partir de los contaminantes que se emiten diariamente al aire a través de los escapes de automóviles y las chimeneas de la industria, entre otros.

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En esta época la concentración de ozono alcanza los niveles más altos y además supera con mayor frecuencia los valores límites de la Norma (NOM-020-SSA1-2014), lo cual implica graves riesgos para la salud de la población.

Entre los síntomas que destacan están: irritación de nariz, ojos y garganta, tos y dificultad para respirar, dolor de cabeza, mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias y en los casos más severos se agravan padecimientos como asma, enfisema y bronquitis crónica.

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Principales fuentes de emisión

• Aromatizantes de aire
• Estaciones de gasolina
• Fugas de gas
• Industria
• Productos de limpieza para el hogar o de uso industrial
• Quema de combustibles
• Uso de pinturas, solventes y aerosoles
• Vehículos

Grupos vulnerables

• Niñas y niños. Son más activos físicamente y respiran más veces por minuto en comparación con un adulto, además su sistema respiratorio está en desarrollo.
• Personas con enfermedades preexistentes. Por la presencia de dichas enfermedades se les dificulta combatir los efectos dañinos de la contaminación.
• Adultos mayores. A sus cuerpos se le dificulta contrarrestar la inflamación que genera la contaminación del aire en las vías aéreas.
• Embarazadas. La contaminación podría propiciarles un parto prematuro o tener un bebé con bajo peso al nacer

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